domingo, marzo 23, 2008

Río y arrabales al norte de la ciudad de Valencia: El caso de Marchalenes.

Río y arrabales al norte de la ciudad de Valencia: El caso de Marchalenes.
ANTECEDENTES HISTORICOS DE LAS RIADAS EN EL SEPTENTRIÓN DE EXTRAMUROS DE LA CIUDAD DE VALENCIA (1957-2008)

Juan B. Viñals Cebriá.

Los historiadores, y especialmente los tratadistas, son coincidentes en afirmar que la ciudad de Valencia fue fundada por los romanos en el año 138 a. C. sobre una superficie aterrazada del río Turia. Las razones que posiblemente indujeron a la elección de este tipo de emplazamiento son similares a las de otras importantes ciudades conocidas del mediterráneo; en el momento de su fundación, Valencia se ubica en un entorno geográfico: a la vera del río Turia, relativamente cerca de la costa, con tierras aptas para el cultivo, litoral accesible, abastecimiento de agua dulce, Ahora bien, sobre este tipo de asentamiento, aparentemente tan ventajoso, algunos científicos consultados opinan que se encuentra entre uno de los más inestables y vulnerables ambientes geográficos mediterráneos.
Por la lectura de los textos de Fray José Teixidor*, Bibliotecario del Real Convento de Predicadores de Valencia, auto proclamado cariñosamente como -rateta d'arxiu (1767), sabemos que.-
El doctor Agustín Sales Cronista de la Ciudad y Reino de Valencia, en la Pág.59, de su erudito opusc. Turia mar mor, insinuó algunas de las memorables evenidas de nuestro río. En primer lugar coloca las que menciona el rey Don Jaime en los Privilegios que concedió a nuestro convento, III. Kal. Januarii anni MCCLVIII. Et Idibus Decembr, ann, MCCLXXII. Pero es de notar, que en dos Privilegios no se hace memoria de determinadas avenidas: pues el primer Privilegio es una licencia que concedió el Rey, al padre Fray, Arnaldo Salomón, prior para que en su comunidad religiosa –“Autoritate nostra et vestra possititis stabilere et dare illam Punctam vestram, quae est contigua muro damus vestrae supra Cimiterium vestrum Inter. Fluvium de Godalaviar et Civitatem Valentiae (…). La primera avenida cierta, que pone Sales, dice, que sucedió el dia 28 de septiembre de el año 1328 y que por ella se labró la gran Torre de Santa Catalina*(1390) contigua a los muros de Valencia” (…). Pero hubo otra anterior, en el año 1321, aunque no consta el dia cierto, según es de ver en el pregón que se hizo publico el viernes 16 de octubre del dicho año 1321, que se halla en el Manual 1º. De Consejos fol. CLxxvIII. (…).
*José Teixidor.-Antigüedades de Valencia. Libro, I, Cáp. VI.-1767.
El anterior texto debido al clérigo Teixidor, reproduce testimonios del Doctor Sales, por lo cual nos permite conocer la relación de las riadas experimentadas tras la primera documentada sin más concreción en 1321. El régimen pluvial de nuestro río, ha sido siempre propenso a cíclicos desbordamientos, lo que ha supuesto una constante y fuerte erosión en los sistemas fluviales, desde los tiempos históricos van a ser agentes principales de una acelerada morfogénesis que transformará radicalmente los paisajes iniciales de nuestra ciudad. Durante los 2.000 últimos años se han producido fenómenos de transmutación de litorales, lagunas y marjales tanto costeras, como las existentes -vora riu- en Marchalenes, donde se han experimentado cambios en la fisonomía en la hondonada próxima al cauce y en las salidas, simultáneos a los cambios en la línea de costa, encenagamiento de las deltas, al igual que otros que se ubicaron aprovechando la desembocadura como nuestro primitivo Guadalaviar como queda refrendado en antiguos documentos.
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La geología en este particular territorio de -vora riu- donde se formaban las determinativas tierra marjalencas ,constituían la parte más novedosa de la historia natural más próxima a la gran ciudad, donde desde los tiempos históricos este peculiar territorio ha venido sufriendo constantes trasmutaciones por su extrema proximidad con el Turia, más al norte, es donde se encontraba el altozano huertano, que favorecido por tan extensa y tupida red de acequias y canales, que surcaban en todas direcciones, lo cual favorecía la presencia de una huerta fértil y propiciaba la existencia de gran variedad de árboles cuyos frutos son ahora inexistentes.
*la mencionada torre se encontraba próxima al actual IVAM, y servia como defensa de la margen derecha, y por el contrario regolfaba la corriente sobre Marchalenes.
El caso de la llanura aluvial costera de la ciudad de Valencia es un claro ejemplo de esta transformación histórica del paisaje, desarrollado entre la primera riada documentada en 1321 y tras la última acontecida en 1957, según los historiadores y cronistas valencianos, pasando desde el citado Sales, pasando por Teixidor, Boix, Carboneres Almela y Vives, y muy especialmente
M. Sanchis Guarner, y nuestro contemporáneo Ignaci Mangue, nos ofrecen una amplia recopilación de las riadas argumentadas, que trascurrieron en nuestra ciudad; por esas mismas anotaciones, podemos saber, que existen referenciados 50 desbordamientos del río Turia, crecidas y noticias de inundación sin relato a la magnitud o alcance del acontecimiento, pero quede claro que todos estos sucesos pluviales afectaron siempre de una u otra medida al poblado de Marchalenes y a su circunvecino Tendetes. Almela y Vives en el libro titulado, Las Riadas del Turia (1957), nos advierte de esta manera sobre las características tan peculiares del río Turia.-
“Como el régimen del Turia seria poco más o menos, el mismo en el siglo XIV, que los anteriores, es de suponer que en estos últimos hubo avenidas de consideración. Los materiales históricos aprovechados para redactar este libro no mencionan concretamente ninguna avenida de los siglos XII, XIII etc., como no sea la que en 1088 se llevó el puente de Alcántara (…). Pero que las hubo es de suponer, aparte que son mencionadas positivamente de un modo general.
Don Roque Chabás, que nunca escribía a humo de pajas, al referirse a la Alcudia, arrabal de la Valencia musulmana, decía:
“La situación alta del terreno de la Alcudia, por poco que fuere, le daba importancia para tomar este nombre, pues los terrenos más cercanos al río en aquella parten tomaban, y a un conservan, el de Marchalenes, por donde el río se desbordaba”.
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Por posteriores estudios realizados en el subsuelo del casco antiguo de la urbe, próximo a este arrabal de extramuros, a la vera del río Turia, se han encontrado las huellas de otras inundaciones de época romana y musulmana. Por lo tanto tendremos que convenir por lo dicho por toda la pléyade de eruditos, que escribieron sobre nuestra ciudad:- “que Valencia es una ciudad asentada sobre los limos aluviales acumulados en la llanura o cuenca de inundación del río Turia, donde la antiquísima Marjalena s. XV, se asienta la vera del cauce del río tantas veces mencionado. La comarca valenciana más altamente productiva se contemplaba hasta hace medio siglo, ampliado hacia el norte gracias a la presencia del Barranco de Carraixet y hacia el sur por el Barranco de Torrente y el río Xúquer, lo que ha supuesto históricamente que todo el litoral valenciano sea un espacio eminentemente fructífero y poblado, tenemos que exceptuar dentro de tan valioso territorio el pequeño perímetro donde quedaba asentada la Rambla y hondonada que antaño existía desde que rebasado el arrabal de la Alcudia, se alcanzaba al Palau Reial y desde tan emblemático y lastimosamente desaparecido lugar (1908), por poniente se alcanzaba hasta el lugar conocido por el –cremaor- actualmente junto al puente de Ademuz.
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Para dotar científicamente el relato referido al desbordamiento del Turia, en 1957, aportaremos junto nuestros personales testimonios, el estudio realizado por Doña, Pilar Carmona González, Doctora en Geografía, y de D. Joan Olmos Lloréns, Doctor, Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, autores del opúsculo titulado. – Río y ciudad: El caso de Valencia. nº 28 año 1994 Ríos,II.-
“Los sedimentos de riadas: desbordamientos de los siglos I y II a. C. en la plaza de l’Almoina; en época romano-imperial, siglos I al IV d. C., en el subsuelo de la calle del Mar, en la plaza de Zaragoza; en época musulmana (siglos ix, x, xi) el casco histórico de la ciudad, se inunda de forma catastrófica: aparecen casas con las paredes reventadas por la presión del agua y pozos cegados por gruesas capas de cantos, grava y arena acarreados por el río durante una de las crecida del Turia.

En las excavaciones arqueológicas iniciadas el 4 de agosto de 2003, en un solar próximo se encontraron restos de la riada que asoló la ciudad musulmana en el siglo XI. Los arqueólogos han constatado la catástrofe natural gracias a los muros destrozados y abundancia de piedra de aluvión arrastrada desde el cercano río Turia.
El Meteorólogo J. Fernández Campa, en su análisis “El tiempo en España durante el año agrícola 1957-58” del CALENDARIO METEORO-FENOLÓGICO 1959, publicado por el Servicio Meteorológico Nacional, al comentar el tiempo atmosférico acontecido el mes de Octubre de 1957, decía lo siguiente:
“Las precipitaciones que descargaron en la mitad oriental de la Península fueron abundantísimas, superándose en Valencia el 600 por 100 de las normales. En dicha región, los intensísimos chubascos tormentosos ocasionaron el desbordamiento del Turia y un verdadero desastre regional. Las lluvias, en cambio, fueron escasísimas en el Norte, Duero, Extremadura y Oeste de Andalucía. Las temperaturas medias mensuales se aproximaron a las normales.”
“La primera década empezó con un descenso térmico, nevadas en puntos del centro y mitad norte de la Península, y tormentas y chubascos en Cantabria. Siguieron precipitaciones intensas en la región Central y Levante. A partir del día 4 el tiempo, en general, fue bueno y las temperaturas normales.”


“La segunda década, del 11 al 15, fue de precipitaciones generales de carácter tormentoso, que adquirieron su máxima intensidad los días 13 y 14 hacia Levante, ocasionando el desbordamiento del Turia y una catástrofe regional sin precedentes en el siglo. Los días 19 y 20 fueron de carácter tormentoso en muchas zonas. Las temperaturas se caracterizaron por la escasa amplitud de sus oscilaciones.”
“La década tercera fue la más seca. Empezó con chubascos en Cantabria y terminó con pequeñas precipitaciones en el Norte, alto Ebro, puntos del Duero y hacia la provincia de Cádiz. El día 29 descargaron tormentas en Cantabria. Las temperaturas máximas fueron algo más elevadas que las máximas normales, a partir del día 25.”
“Las lluvias torrenciales de Levante ocasionaron grandes daños a los cultivos y cosechas ya recolectadas. En otras regiones, las lluvias y las temperaturas benignas favorecieron los sembrados tempranos y los pastos.”
La precipitación mensual del mes de octubre del año 1957 recogida en el Observatorio Meteorológico de Valencia había sido de 309,9 mm. ( litros por cada metro cuadrado). Como contraste, en las lluviosas ciudades gallegas de La Coruña y Santiago de Compostela se totalizaron aquel mismo mes 13,7 mm. Y 6,0 Mm., respectivamente. Valencia registró entonces el máximo mensual de precipitaciones del mes de octubre de todos los Observatorios peninsulares.
El desastre regional había sido de tal magnitud que el Gobierno no tuvo más remedio que adoptar decisiones importantes. Meses después se aprobó la denominada Solución Sur, que consistía en desviar el río, construyendo un nuevo cauce de 12 Kilómetros de longitud y 175 metros de ancho, capaz de desaguar 5.000 metros cúbicos por segundo en una nueva desembocadura del Turia, que iba a situarse tres Kilómetros al sur de la existente. La riada de 1957 había llegado a alcanzar, según los cálculos, un caudal máximo de 3.800 metros cúbicos por segundo. Teóricamente, con el desvío del nuevo cauce, las inundaciones en la ciudad ya no eran posibles. Las obras comenzaron en 1964 y finalizaron en 1973, aunque no se completó totalmente el programa”.
VALENCIA Y EL RÍO TURÍA

A pesar de las trágicas inundaciones que en ocasiones ha deparado “nuestro” río Turia, los valencianos nunca hemos dejado de reconocer la riqueza y prosperidad que han proporcionado sus aguas, a la fértil vega de la huerta valenciana. Valencia agradecida, siempre ha enarbolado con orgullo su condición de la "capital del Turia", o “perla del Turia”.
Limitando la descripción a nuestra particular margen izquierda del río Turia, donde se formaba la cuenca o llanura, entre la orilla del río, y la Rambla, son territorios donde se formaban en la más remota antigüedad les terres marjalenques, actualmente conocidas por el prostituido Marxalenes.

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