sábado, junio 28, 2008

TENDETES….DE MARCHALENA

TENDETES….DE MARCHALENA
TENDES DE MARJALENA


Juan B. Viñals Cebriá

Para un mejor conocimiento del estudio entorno al antiquísimo y enigmático topónimo Tiendas, Tendes, Tendetes, iniciaremos nuestro trabajo bajo el sabio consejo del Doctor Joan Tort Donada. Profesor Departamento de Geografía Física y Análisis Geográfico Regional. Universidad de Barcelona.

“Consideración preliminar. La toponimia como “herramienta” para el estudio del territorio. Los nombres de lugar (también conocidos como topónimos o nombres propios geográficos) constituyen por sí mismos un amplio campo de estudio, cuyo interés no se circunscribe al ámbito académico. De hecho, la naturaleza peculiar de estos nombres y su trascendencia s
ocial se encuentran en la base de la averiguación que despiertan con carácter general. Un especialista en la materia, el lingüista Joan Coromines, ha explicado esta circunstancia de un modo que creemos muy elocuente:
“El estudio de los nombres de lugar es una de las cosas que más ha desvelado la curiosidad de los eruditos e incluso la del pueblo en general. Es natural que sea así. Estos nombres se aplican a la heredad de la que somos propietarios, o a la montaña que limita nuestro horizonte, o al río de donde extraemos el agua para el riego, o al pueblo o la ciudad que nos ha visto nacer y que amamos por encima de cualquier otra, o a la comarca (…), donde está enmarcada nuestra vida colectiva. ¿Puede pensarse que el hombre, que desde que tiene uso de razón se pregunta el porqué de todas las cosas que ve y que siente, no se preguntaría sobre el porqué de estos nombres que todo el mundo tiene continuamente en los labios” (Coromines, 1965: I, 7).
“El nombre de lugar es a la vez propiedad de todos y de nadie. Si hay que hablar en cualquier caso de pertenencia hay que referirse a la memoria colectiva. Tal nombre es tomado en préstamo por sus usuarios, con la particularidad de que el uso puede modificar el objeto del préstamo. En definitiva, el nombre de lugar es antes que nada un modo de comunicación y un testimonio del contexto de su origen, de sus transformaciones y de todo aquello que tales transformaciones atestiguan” (Dorion, 1993: 9).
Como muy bien aseguraba, José RODRIGO PERTEGÁS, en su discurso pronunciado en Valencia, 1915, con el titulo.- “ANTECEDENTES PARA LA TOPOGRAFIA PREURBANA DE VALENCIA”
En la más remota antigüedad, la parte izquierda del río Turia al igual que todo el litoral al norte de la ciudad de Valencia, era una inmensa marjal, lo reducido de las dimensiones actuales de las pocas zonas húmedas que quedan desde el mismo puente de San José hasta el barranco de Carraixet, hace que su localización precisa se vea seriamente dificultada, máxime cuando la mayor parte de las superficies del litoral se han visto considerablemente reducidas en los últimos 35 años y – les terres marjalenques de vora riu - han desaparecido totalmente. L'Horta Nord es la más septentrional de las tres subcomarcas (Nord, Oest y Sud) en que se divide l'Horta, que incluye la ciudad de València.

... LES TENDES… DE MARCHALENA

Los primeros documentos localizados que hace mención a este caserío, los encontramos en “Los Llibres de Avehinament” de 1400-1449, y el contenido exacto de su redacción es la siguiente:
(759) -“3º-IX-1424. Pedro Ferris, laurador, ex vecino de Liria; habita . Avec. Por 10 años. habita "en les tendes de Marchalena tras lo monestir de la Çaidia". Avec. Por 10 años.
***
“Los arrabales de esta Ciudad, según la Real Pragmática ó Edicto general sobre las cosas pertenecientes a su Común y buena Administración de Justicia, publicado en 14 de de Febrero 6 8 al ítem 11; expreso los arrabales que tiene esta Ciudad en los términos siguientes: Por el Camino de Campanar la primera casa de las Tiendas o Tendetas:”


El nombre del territorio correspondiente a Tiendas, Tendes, Tendetas, Tendetes, se encontraba situado hasta la decada de los años sesenta, en el margen izquierdo del río Turia, en el septentrión de extramuros de la ciudad de Valencia, Este antiquísimo y apacible llogaret, se hallaba ubicado entre el antiquísimo Marjalena, siglo XV, y Campanar, ( Actuales calles Menéndez Pidal, Joaquín Ballester, Gregorio Gea, Valle de Laguar, y varias calles más contiguas). Por su arteria principal que era de herradura, discurría un largo trecho del primitivo camino de Paterna. El viejo nombre del caserío fue tradicionalmente asociado por Bartolomé Combes, un historiador local del siglo XVIII, a tiendas de campaña, opinión que asintieron los vecinos de aquella y posteriores épocas; pasado el tiempo a partir del siglo XX, se especuló que este caserío había sido un lugar de Tiendas, Tendes, en una clara trayectoria de seguidísimo especulativo se avinieron en considerar que Tendes, o Tendetes, correspondía en su significado a lugar donde se agrupan gran numero de tiendas, en clara alusión a – tendes o - les tendetes-, diminutivo valenciano de pequeñas -tiendas- o -bodegas - en similitud con el castellano. Los breves y fragmentados escritos aparecidos en los siglos XVIII, y XX, referidos a este caserío, se basan, muy posiblemente en fuentes de leyenda urbana, o a la fértil imaginación literaria de algunos de los escasos historiadores que escribieron sobre este
llogaret, o lugar menor, dependiente de territorio mayor, hasta el siglo XVI vinculado a Marjalena, y posteriormente a Campanar.
VESTIGIOS HISTÓRICOS
A la entrada de la calle Visitación, concretamente en el Llano de la Zaidia, se encuentra desde la década de los años 60, el único vestigio histórico que perpetua en la ciudad de Valencia la existencia del nombre de Tendetes; se trata del arc, o portalet, que originariamente se encontraba junto a la flamante - torreta- de la que tomaba nombre un importante molino harinero. El histórico portalet está compuesto por tres centros, de más de cuatro metros de altura y poco más o menos igual de alto, de ladrillo rojo –cara vista-, cornisa formada por el canto de varias hileras de ladrillos con un bordón al centro de ella, y cuatro almenas de base y alzados rectangulares. A la izquierda un socarrat, azul sobre blanco, de J. de Scals, que dice: “Soc l`arc del Molí de la Torreta : Tendetes” .
El texto correcto que debería figurar, sería el siguiente: “Soc l `arc de la Torreta de Tendetes”. A la derecha un fragmento desconchado de muralla, todo un recuerdo de la Valencia antañona.

Que lastima que el mencionado - portalet-, no haya permanecido en su primitivo y originario lugar, para perpetuar su verdadero origen.
Otro testimonio que legitima la existencia de Tendetes de Marchalena en el siglo XV, es el valioso retablo de San Valero, que guarda y custodia el Museo de Bellas Artes de Castellón de la Plana , que al referirse a su procedencia dice.-
“Retablo de la parroquia de San Lorenzo partida de Tendetes de Marchalena”. (*)


Nota.- Queremos recordar que hasta el año 1507, el vecino pueblo de Campanar eclesiásticamente pertenencia a Santa Catalina. Marjalena (Marchalenes), y Tendetes, pertenecían a las parroquias de San Lorenzo, o San Bartolomé.

Fin



BIBLIOGRAFIA.
DIARIO DE VALENCIA.-18 de agosto de 1797.
D. José Rodrigo Pertegás. 1915.
D. Abelardo Herrero Alonso.-Revista de Filología Valenciana-.nº 10.Valencia, 2003., p 123)
Juan B. Viñals Cebriá.-“Tendetes: estudio entorno al topónimo”
.2006.

sábado, junio 21, 2008

LA OLVIDADA ERMITA DE LA MARE DE DEU DELS DESAMPARATS

LA OLVIDADA ERMITA DE LA MARE DE DEU DELS DESAMPARATS

MARCHALENES


Juan Bautista Viñals Cebriá




(Tradiciones desaparecidas)


Donde ahora en la ciudad de Valencia, se encuentran las calles Málaga, y su contigua Alquería de la Estrella; hasta bien entrada la década de los años sesenta del siglo XX, precisamente frente por donde discurría la caudalosa acequia de Mestalla, justamente en donde se formaban los brazos de Algirós y Rambla, cara a la gran ciudad, se hallaba la popularísima Ermita de Marchalenes, oratorio dedicado bajo la advocación de la Virgen de los Desamparados. La preciosa ermita y el espacioso huerto inmediato, eran propiedad del Gremit dels Corders (Sogueros). Llamados coloquialmente menadors hace más de dos siglos tenían su huerto de trabajo y su capilla en la calle En-Sendra, pero en el año 1908 decidieron trasladarse a las afueras de la ciudad y más concretamente al populoso Marchalenes, en donde en esta barriada adquirieron de don Vicente Palau, más de diez anegadas de tierra de huerta, con moreras y otras clases de árboles. Los lugareños desde aquel entonces siempre le hemos llamado corrientemente l `Hort dels Menaors, el mencionado recinto fabril se encontraba cercado por unos altos y gruesos muros, con una sola puerta principal de buenas proporciones. En su interior además de las trece sendes y sus correspondientes rodes (ruedas), el cercado tenía gran cantidad de higueras, plátanos y acacias, formando esos gruesos árboles unas líneas paralelas caminos (sendes) largas y relativamente estrechas.
El erudito valenciano don Luís B. Lluch Garín, en una visita que hizo cuando la Ermita entonces estaba ocupada por unos artesanos falleros, dejaba escrito lo siguiente.-
De la ermita no queda más que el edificio. Toda su fábrica es de ladrillo, y sus hastíales de mampostería. Su estilo gótico adornado con fajones impostados, óculos, arcos apuntados y tímpanos, tiene como remate una airosa y elegante espadaña de dos hornacinas con cruz y veleta de hierro labrado. La planta es rectangular, y termina formando un ábside con tres nichos para imágenes. En sus paredes resaltan unas pilastras dóricas y un cornisamento que sirve de asiento a un techo plano, La entrada la ocupa un coro con barandilla de hierro”.

Durante la guerra civil (1936-1939), elementos extraños venidos de fuera de Marchalenes, destrozaron el interior de la ermita, y las imágenes fueron violentamente, sacadas del recinto sagrado y, depositadas junto a la orilla de la acequia de Mestalla, en donde fueron quemadas.
Personas mayores que vivieron por aquellos tiempos de esplendor de la Ermita de Marchalenes, y que gustaban rezar en tan pizpireta Ermita, nos comentaron, -que el altar mayor se encontraba presidido por una preciosa imagen de la virgen de los Desamparados (atribuida a Vergara). Fue coronada con gran esplendor y brillantez, una semana después que la de Valencia. En otro de los altares se encontraban la virgen del Rosario, patrona del arrabal de Marchalenes, San Juan Bautista, y el Cristo de la Sangre , primer patrono que fue del Gremio de Sogueros , que tenían como preciado lema .-
Lo millor del mon el canem de Valencia”.
Sus fiestas conmemorativas anuales, de gran resonancia, adquirían gran relieve y gozaban de gran popularidad en toda Valencia festiva.

Terminada la contienda civil la Ermita fue utilizada como modesto taller de unos artesanos artistas falleros, hasta que en los finales años sesenta, por mor a la especulación fue derribada sin ninguna contemplación, hurtando así, otra de las reliquias de este poblado mitad lacustre mitad huertano.
Nota.- La coronación de la Virgen de los Desamparados se celebró con gran fastuosidad y se realizo una semana después de coronar a la Patrona de Valencia.
En la construcción de la ermita de la Mare de Deu, cooperaron el vecindario de Marchalenes, aportando materiales, trabajo, porteando arena desde río, y de otras muchas diferentes maneras.

Bibliografía
JB. Viñals Cebriá. “Marchalenes, Huerta y…

sábado, junio 14, 2008

MISCELANEAS DE MARCHALENES

MISCELANEAS DE MARCHALENES

Juan B. Viñals Cebriá



En la década de los años setenta del siglo XX, don Vicent Andrés Estellés, periodista y loado poeta, en el periódico LAS PROVINCIAS, bajo el epigrafe de CAMINS, publicaba este más que encantador poema.-

“Abans, el camí del meu poble
--el meu poble es Burjassot—
era, des de València, una delicia.
Hi havia l`horta, l`horta en la
seua manifestació mes vivaç i
procaç. Hi havia a un costat
i l`altre, alqueries i sequies, i
de vegades, fins i tot, barraques
i parres. Hi havia una toponi-
nimia d`una familiaritat “confian-

çuda” i divertida: pense, ara
com ara, en “Casa la Conilla.

Pero pense, també, en el Molí
de l`Esperança i pense en la Parreta (…),
hi havia, o hi hagué, frag-
mentes importants de conters i
de sainets -Escalante i Blasco
Ibañez. Ara no queda res. Es a
dir: ara, l`horta ha desaparegut,
tot esta edificat . La ciutat creix
i s´ho manja tot. Es un fet –pe

rò ès, malgrat totes les compen-
sions- , un fet trist, melancolic.
res".
Después de bien leido lo escrito por don, Vicent Andrés Estellés, esos retratos vivos de aquellos tiempos donde se describen algunos de los lugares emblematicos que hubieron en esta barriada. Su confianzuda llaneza, es lo que hizo despertar en mí, un inusitado interés por la historiografia de estas tierras antaño marjalencas.

Años después
tuve la suerte de rescatar el parágrafo mencionado por el poeta y periodista Vicent Andrés Estellés, tal cual como aparece en el sainete debido a Eduardo Escalante, don
de el valencianisimo autor situa tan “melosa” y tierna escena entre la mas que centenaria y desaparecida Parreta y Marchalenes,cuyo título original del sainete es. “El dèu, dénau y noranta”(sic); donde Tonet, galantea a su enamorada.-
.
”Tonet. Qui no m'ha de tindre enveja? Si açò no es un amor ferm que vinga Déu i ho veja. Tu saler no aconseguixes veient la meua figura, que estic per la teua bellesa mes sec que una coca en panses. Et recordes un dia a poqueta nit que amb ton pare vènies de la Parreta: I en Marchalenes va caure una flor blanca d'entre les teues trenes? Jo vaig tindre la fortuna d'arreplegar-la, i en els teus manetes
depositar-la, tu me vas mirar, i en la tal miradeta m'afusilaste Jo en el món no pensava en mes femella a qui tindre afecte que a la cistella.Quant mentider me vas deixar al veure tant de saler! Des de llavors la vida trobada mes bona; que un tresor l'afecte val d'una dona; A mon em faltava eixe teu, qui fa caure a gust la bava Quan dels dies de festa portes la roba, i al cantó res més sals així de buida…Viva el rebombori, mitj carrer portes darrere del teu garbo. Qui no veu en la teua careta la d'una imatge ; d'ulls mes negres que l'atzabeja: Quan com un vel els ombregen dos franges de vellut. A eixos ulls que l'afecte que em tenen diuen a eixos llavis de glòria que em somriuen. Dolços i rojos, he de dir a una cantadora que els cante uns gojos”.(sic)

Que encantador resultaba antaño, a los moradores de aquel idilico entorno mitad capitalino, mitad huertano, del antiquisimo Marjalena, después conocido como Marchalenes, con aquella deliciosa y confianzuda toponimia: recuerdo ahora, la centenaria y popular Parreta, los camínos de Paterna, Montanyana, donde existen reminicencias de la Via Augusta,Trànsits, Lliria, Burjassot, Pla de la Saidia, camì Nou, Senda dels Bandejats, Senda el Ventrero, carrer Trinquet, molí l`Esperança, molí Plantes, molí Serra, molí Bonvehí o Villacampa, molí de la Torreta, l`Olleria, la Replaçeta, el pont
del Anell, el pont Nou, el Bollidor, els Menadors, barri Farol, el Barranquet, Tendetes, el Calvari y las alquerias de Felix, Serimomos, Pedaç, Beato, Voro el de la Barraca,Farinòs, Navero, Barrinto,el Fraret, el Vallador,Geroni de lloca, el Ciri, Ca Lluna, Ca Bonica, la ermita de la Mare de Deu, el Retaule, y las acequias Mestalla, Rascanya, Tormos, Petra, Algirós, Rambla, y Goleró de l`Esparança, etc. Estos son algunos de los recuerdos de un octogenario Marjaler.

Bibliografia
Las Provincias.
“El Deu, déneu…
J.B.Viñals Cebriá.-“Marchalenes (…)” 2001
Fotos:
Casa de mi tia Maria
Hipermueble Emma

sábado, junio 07, 2008

MOLINO DE LA ESPERANZA.- MARCHALENES

MOLINO DE LA ESPERANZA

MARCHALENES




Juan B. Viñals Cebriá





Desde la bajada misma del puente de San José, o pont Nou, en la parte correspondiente a Marchalenes, hasta que se alcanzaba la misma entrada del molino de la Esperanza según el mojón del camí de Burjassot, había un kilómetro exacto. El vecindario de aquellos tiempos , cuando habíamos rebasado el mencionado puente pensábamos que era entonces cuando verdaderamente nos encontrábamos en la capital, y solíamos decir antes de empezar la caminata :¡me `en vaig a València! y cuado de regreso nos acercábamos al referido puente, nos daba la impresión de que ya nos encontrábamos como en nuestra propia casa.
Lisard Arlandis.- en Valencia Atracción, en la década de los años cincuenta narraba la existencia del viejo camino y lo hacia de la manera siguiente.-
Ahora ya no es camino. Ahora se ha vestido de avenida. Se llama avenida Burjasot. El traje no le viene mal . El vestido oscuro del asfalto ha sustituido al incomodo polvo y a los desesperantes baches”.
Debemos recordar que cuando fue trazado este importante camino Burjasot (1897), su calzada fue asfaltada por unos pequeños adoquines azulados,(muy parecidos a los que se conservan en la céntrica e importante avenida Marques de Pombal en Lisboa), y así permanecieron hasta la decada de los años cuarenta, del siglo XX.
El nombre de molino de la Esperanza lo debe a la proximidad de un convento con ese nombre que existió desde 1509-1808 en el primitivo camino de -Marjalena-Lliria- (junto donde ahora se encuentra el huerto de la Estrella).
Todo el dilatado entorno natural vinculado al molino, era un puro deleite para los sentidos, la tupida red de caudalosas acequias de aguas claras provenientes de las acequias de Mestalla, Petra y, goleró de l`Esperança, los frondosos y diferentes árboles, los verdes cañaverales, hacían de tan apacible lugar una bella estampa colorista valenciana. Por la segunda década del siglo XX, según relato del escritor Lisard Arlandis, al referirse a la que ahora esta rotulada como avenida Burjasot, decía.-
Tenia unas características definidas, peculiares y bien distintas a las de hoy. -Y estaba el Molino de la Esperanza, al que los maestros llevaban a sus discípulos con el deber de redactar posteriormente el “Diario de la excursión” . Pero ahora el molino ya no existe”.
El Molino de la Esperanza hasta poco antes de su desaparición fue el referente más representativo para el vecindario, que decíamos con orgullo aquello de.-¡Soc marjaler, del molí de l`Esperança! El molino lo conformaba un solido y espectacular edificio compuesto de una enorme planta de construcción rectangular, con algún piso pintado en lo alto de su fachada con un moderado y grato color azul. En la puerta de entrada de la vivienda, cerca del puente que había sobre la cequia de Petra, próxima a la popularísima Parreta, como casi todos los molinos, tenia un artístico retablo santoral, de -rajoletes maniseres- de la que tomaba nombre el molino, después pegado al edificio pero mas al fondo del pronunciado desnivel habían unas cuadras para el engorde de ganado porcino. Pero el que ya no estaba a allí era el centenario nogal desaparecido como consecuencia de un tremendo vendaval ocurrido el día 15 de julio de 1934. En la parte izquierda cuando finalizaba el edificio, te adentrabas por el camino del antiquísimo -pont del anell-, donde frente la chimenea, se hallaba un muro cimentado con argamasa, era el huerto, o jardín, donde existía una bien cuidada arboleda, espesos cañaverales y palmeras.
Según nuestro amigo el historiador Ignaci Mangue, profundo conocedor de la historia de Marchalenes, al referirse a este viejo molino dice.--
Las primeras noticias que hasta la fecha poseemos sobre el molino de l`Esperança, corresponden a época bajomedieval (s.XV) –haciéndose alusión a este artefacto como Molino de Johan de Claramunt “(…) na Ramoneta mare seua e muller del honrat en Miquel de Palomar. Et dien que en lo camí de Paterna ans un pont qui es en lo dit camí per lo qual camí pasen al molí del dit Johan Claramunt, que per algunes persones sia stada feta una almenara ab caxes e cuberta(…) per la cual discorren totes les aygues que venen en lo dit camí de Paterna e donen en la cequia de Mestalla…” (ARV, Governació (Litium), 2221, f. 15 r-v 19 maig1419)
Posibles orígenes
Sus diferentes adaptaciones. Dado la antigüedad que se le reconoce a este artefacto molinero su actividad hay que pensar que se iniciaría moviendo sus muelas por medio de la arcaica fuerza hidráulica, después se añadió, en su día, la fuerza del carbón, con su fumeral (chimenea) tipo fábrica, de más de veinte metros de altura, situado junto a la bassa y luego, se instaló la energía eléctrica, por lo que entre el airoso pont del anell y, el mencionado fumeral se construyó una caseta con un dieléctrico. Todo el dilatado entorno rural del molino, era un puro deleite para la contemplación. En sus últimos tiempos venido a menos, el antaño emporio fabril, mantenía abiertas las enormes puertas de madera, y que en ocasiones cuando te adentrabas contemplabas la grandiosidad de su interior, donde encontrabas múltiples escaleras, recovecos, y desniveles, de ventanas interiores inesperadas, de armarios enormes, compactas montañas de arroz.
Viviendo y participando de sus sucesivas ampliaciones y transformaciones del molino vivieron una hermana y dos hermanos, estos últimos llevaban la parte activa del negocio y que habitaban con sus familias en tan significativo edificio.
Si nos retrotraemos al año 1928, diremos que al frente del negocio de la molineria se encontraban los mismos hermanos. Pero, acabada la guerra civil en el año 1939, al tener que gestionar y tramitar la correspondiente documentación para reanudar la actividad fabril, suspendida durante los años (1936-1939), surgió algún inconveniente, por lo cual el importante Molino, quedó varado, y poco, a poco fue convirtiéndose en una especie de edificio espectral, por cuanto que más que vivir, dejaban pasar los días. Por fin, parece ser que se vendió, y hoy, sobre aquel inmenso edificio y terrenos anexos de palmeras y verdes cañaverales, surcados por dos caudalosos brazos de la acequia mare de Mestalla, ahora yerguen imponentes bloques de viviendas, donde encontramos entre otras, las calles Acorazado, Poeta Salvador Rueda, Alcublas, Ricardo Micó, Alfons Verdeguer, Hipólito Rovira, y los terrenos en donde desde la década de los años ochenta, se encuentra un parking “provisional” .
Modélico artefacto molinero
En sus mejores tiempos era tan acreditado el molino de la Esperanza, que por su artesanal molienda, pasaba lo mas selecto de la molimiento traído desde todos lo puntos de España. Existía una curiosa anécdota donde se decía, que cuando traían para moler trigo de la capital de España. Los carreteros de la Villa y Corte, pertrechados con las mejores caballerías solían presumir ufanos de lo rápido que hacían el viaje.-
“A Madrid, con estos caballos, llegamos en una semana”.
Que lejos estaban los esforzados carreteros de pensar que al dia de hoy, el viaje en avión hasta Madrid, se llega con tan solo en unos minutos.
Misceláneas del Molino En una nave aneja al molino, conocida coloquialmente como la –Porcatera-(el Molino lo habían heredado unos hermanos, de un hermano de su padre, soltero, y habían decidido dedicar ese habitáculo anexo al engorde de cerdos, por lo que a su alrededor entre la acequia de Petra, el campo, y la citada edificación, no era extraño ver acumulados montones de arena de playa o río, destinada como lecho de las piaras de cerdos, que se criaban cebándose en esa edificación,(uno de los alimentos que más hacía engordar a estos animales eran los higos secos ). Con respecto al corral o nave destinada al engorde de ganado porcino, -Rosa Calvo Valero, la germana de Ximo, me recordaba la siguiente historia, o leyenda popular.
Que el corralot, o Porcatera , i l'horta annexa, on havien muntons d'arena, fa anys que la cedien a una trouppe d'artistes de circ que arribava a València per a actuar durant els mesos d'hivern. Allí en aquell lloc convivien estes persones amb els seus animals i les seues feres, i allí practicaven i assajaven durant tot eixe temps els seus diversos exercicis acrobàtics. Amb l'arribada d'este tan molt variat conjunt de persones, en el veïnat s'armava un gran revolada. Durant el temps que transcorrien estes persones en la porquera, eren com de festa per al barri”.
Esta tan expectacular como colorista llegada debía de representar una gran algarabía en la barriada con la llegada de aquellos visitantes tan inteligentes y poco convencionales, que les enseñaban toda clase de piruetas, a montar a caballo, a no temer al columpio, presenciar la arriesgadísima doma de leones, a hacer piruetas, y en más de una ocasión los más atrevidos vecinos de la barriada me dijo Rosa,
“Que se'ls va haver d'enguixar algun membre com a conseqüència de voler imitar tan arriscades imitacions circenses".
Huracán en Valencia
Cuando trascurría más de medio siglo después (1989), el amigo Aparisi, que conocía mis inquietudes por la historia de Valencia y particularmente la de Marchalenes, tuvo la delicadeza de hacerme llegar un añejo periódico ABC,(Madrid), fecha 16 de julio de 1934, donde se mencionaba a mi familia; regalo que yo siempre he agradecido por lo mucho que para mi vale sentimentalmente. En el mencionado rotativo de la capital de España, se podía leer que el dia 14 se había desencadenado una aparatosa tormenta en Valencia, la noticia era como sigue.-
“(…) causó grandes daños materiales, resultando algunos heridos. A las seis menos cuarto de esta tarde se ha desencadenado una aparatosa tormenta, acompañada de granizo y un formidable huracán, que tuvo al vecindario, en el poco espacio de tiempo que ha durado, en gran alarma; afortunadamente no duró más que un cuarto de hora, y aun así hay que lamentar enormes daños en edificios y arbolado(…). Los campos de maíz han quedado como si por ellos hubieran pasado con una tabla.
En el molino de la Esperanza, un hermoso nogal que había a la puerta lo arrancó de raíz y fue lanzado a más de veinte metros de distancia.
En un corral destinado a la cría de cerdos derribó una pared en una extensión de unos diez metros.
En la Papelera Levantina, derribó la chimenea: al desplomarse se hundió la techumbre de la nave destinadas a las calderas (…). En el mismo camino de Burjasot, en el numero 96, y en un establecimiento de comestibles de Juan Bautista Viñals, arrancó una estantería de más de cuatro metros de ancha por tres de alta, que, haciéndola saltar por encima del mostrador , la lanzó en medio de la entrada. Los daños causados son de gran importancia. Un hijo del Sr. Viñals, de tres años de edad, recibió un golpe en la cabeza, resultando con ligeras heridas. (…)”.



El Molino que yo conocí
Cuando se pretendía llegar hasta el molino en la decada de los años treinta del siglo pasado, lo primero que te encontrabas era un alterón o senda en el margen izquierdo del camino, de donde emergía un enorme árbol -plataner- (platanero), nacido en la mismo cauce del cequiol proveniente del -goleró de l `Esperança- y que alcanzaba casi los treinta y cinco metros de altura, de tronco grueso y corteza de color pardo rojizo y ramas con los extremos péndulos, hojas palmatífidas, árbol de tierra poco exigente agradecía la constante humedad que disfrutaba del –sequiol-. La entrada de carros y vehículos al molino se realizaba por la inclinada torrentera natural, donde en otra época seguramente habían crecido carrascales y canteras parecía tierra calcárea de secano, muy diferenciada a la próxima tierra de huerta; esa tierra, pensaba yo, que por sus características era adecuada para la crianza de algarrobos y viñedos. Excepto este particular trecho de tierra campa, todo el entorno del molí estaba llenos de campos representativos de la más genuina y fértil vega valenciana, donde se podían admirar los más diversos
cultivos. Y según la estación del año se podía contemplar la colección más variada de colores ocres y verdes. Tan monumental edificio estaba construido estratégicamente cara a la mar, lo que le permitía disfrutar desde los primeros destellos de las iniciales luces del nuevo dia; entre el molino y el muro del jardín, era paso obligado por donde se alcanzaba el airoso y renombrado pont del anell, que una vez cruzado, había en una parte más honda una gruesa piedra de rodeno, que hacia las veces de puente, de una acequia más pequeña (que en muchas ocasiones se inundaba), siguiendo la estrecha senda se alcanzaba la fuente del desaparecido barri Farol, al torcer a la derecha por lo que quedaba del viejo camí de Paterna, se llegaba hasta donde habían unos cuantos pequeños escalones donde se alcanzaba el camí de Tránsits, Si se continuaba recto el camino de la senda que empezaba en el mencionado pont del anell, se recorría el barri Farol, hasta alcanzar la acequia de Rascanya, y el puente de la alquería de Broseta, y después de pasar por una pronunciada bajada de camino de tierra(antiquísimo Azagador de Paterna) llegabas hasta Tendetes y después a la derecha el Calvari, y desde este lugar al huertano Campanar.
Por detrás del molino hasta los años cuarenta, a un permanecían las
fecundas huertas y acequias y no se encontraba ninguna edificación, hasta que se lograba rebasar el camí Transits (Avenida de Campanar).

RESIALLES
En 1995, en recuerdo de tan celebrado molino la comisión fallera, en el Llibre d`Or de la Comisión se puede leer.-Antic Barri L`Esperança
Fin

BIBLIOGRAFIA
Ignaci Mangue Alférez.-Marxalenes:de alquería islámica a barrio de la ciudad de Valencia.2001.p 172-173.
Juan B. Viñals Cebriá.-Marchalenes(…)”-2000.
Falla Avda. Burjassot, Joaquim Ballester, I Reus. 1995.
Lisard Arlandis.- Valencia Atracción, 1945..