domingo, febrero 24, 2008

MARCHALENES.-ALTAR O RETABLO DE AZULEJERIA

MARCHALENES

RETAULE DE LA VERGE DEL ROSARI

ALTAR O RETABLO DE AZULEJERIA
Azulejería Barroca en Valencia

Juan B. Viñals Cebriá



Artístico retaule (retablo), que según todos los soportes documentales que se disponen corresponde su obra, con anterioridad al año 1800, y estuvo dedicado a San Vicent Ferrer i a la Verge del Rosari, todo como consecuencia de la devoción que se les profesaba a la Virgen y al Santo Dominico Valenciano en este arrabal mitad lacustre, y mitad huertano de extramuros.
El retaule según testimonios estaba construido de bonitos azulejos, y quedaba protegido por tejas de alfarería de color rojo. En nuestro particular recuerdo lo inmortalizamos cimentado entre un balcón con sencilla balaustrada de hierro provista de torna puntas, y ventanas con unas interesantes verjas; su forma era rectangular, sus medidas aproximadas, tres metros a lo alto, además de la cornisa construida de madera, y friso de azulejos, y en sus proximidades existía una fuente loada entre otros, por el celebrado poeta valenciano Martí Gadea.
El caserón por su composición y su trazado en su tiempo fundacional debió de corresponder a familia de alto linaje, en sus últimos y lastimosos momentos estuvo rotulado
con el número 4 de la calle Marchalenes,


Durante la guerra civil (1936-1939), el retablo , fue cubierto por algún vecino con un cartel que figuraban consignas políticas afines al momento, y de sea manera permaneció disimulado durante toda la contienda, sin sufrir otro daño que el causado por el paso del tiempo.
Mª Eugenia Vizcaíno Martí (1998), nos hace la siguiente descripción de tan representativo panel.




“Gran retablo
con símbolos marianos
y gran anagrama
de Ave Maria.
Muy estropeado”

El retablo está situado en la fachada (…); no está cuidado, le faltan varios azulejos en la parte baja y le han colocado unos blancos.
El retablo es grande, doce azulejos de altura por nueve de ancho, de 21x 21 cms., o se dos metros, cincuenta y dos centímetros por metro ochenta y nueve, y es una lastima que esté incompleto porque es precioso, con dibujo cuidado y el color matizado, fundido en tonalidades suaves.
El panel central, con la imagen de la Virgen es muy posterior y su colorido fuerte, completamente distinto al resto. Los símbolos están a los lados de la imagen, en vertical y en el centro bajo lleva una guirnalda casi circular que circunda el anagrama de Ave Maria, coronado y con la luna bajo.
Los símbolos y alegorías que representan plásticamente las alabanzas en Loor de Nuestra Señora, están sacados de grabados y libros sacros, que se repiten en muchas tablas de Macip
y sus seguidores y, claro está, se utilizan en los paneles cerámicos barrocos con la imagen de la Virgen Maria.
Cada símbolo ocupa cuatro azulejos.
En la parte alta la gran corona, también dorada, de ancho circulo con incrustaciones de pedrería, y florones con grandes rosetas y tréboles.
Y bajo en un gran arco azul claro que cierra todo el anagrama, la luna, que forma un bien dibujado rostro de perfil.
Toda la parte baja del mural está terminado con una base de tierra en ocre y verdes amarillentos, forma como tres escalones, que quedan detrás de la orla y en las esquinas se ven matas con tallos envolventes ocres y verdes azulados.
Vuelvo a repetir que es una verdadera lástima que obras así, con un estudio de símbolos marianos sobre azulejos, realizados con un encanto poca veces igualado, y en una variedad en su parte floral, sean objeto de toda clase de ataques, mal cuidados y nada protegidos
”.
***

Anteriormente Martínez Aloy (1920) otro venerable historiador valenciano, al caminar por Marchalenes, en su concisa apostilla, se refiere al retablo, de la manera siguiente.-
“(…): un altar callejero-de los que ya quedan pocos -con azulejería del año 1801. La plancha principal que representa a la Virgen del Rosario es de 1880 y finalmente la iglesia de Nuestra Señora del Rosario, que es ayudantia de la parroquia de San Bartolomé de Valencia.
La historia de la iglesia es corta. En una alquería de la calle principal construyo su dueño una diminuta capilla dedicada a la Virgen del Rosario y a San Vicente Ferrer, que tuvo siempre abiertas sus puertas al piadoso vecindario, y allá por los años 1858, siendo propietario de la finca el segundo conde de Rotova, barón de Antella, cedió más terrenos para construir la actual iglesia de ladrillo, cuya estructura y decorado se adaptó, con buen acuerdo, al estilo neoclásico
“En muchas casas y alquerías de Marchalenes hay planchas de azulejería que reproducen la imagen de San Vicente Ferrer, y afirman personas graves que el santo dominico apostolizó
con frecuencia en la barriada
.”

La mencionada iglesia construida en 1858,se derrumbó en el mes de diciembre de 1957, como consecuencia de los daños sufridos como resultado de la trágica riada del 14 de octubre, de ese mismo año.


Retirada de retablos en la ciudad de Valencia

Fueron retirados todos los retablos de Valencia, y en esta barriada fue retirado el panel central, que figuraban las imágenes de la Virgen del Rosario y San Vicente Ferrer, procedentes de la primera capilla huertana.

En el verano de 1839, las autoridades de Valencia, ordenan ser retirados todos los –altarets i retaules, y el 4 de septiembre del mismo año comienzan a desmontarlos.
El Ayuntamiento de Valencia, en las sesiones de 5 y 16 de noviembre de 1840, ordena desestimar el clamor vecinal que piden la permanencia de ciertos retablos
”.

Se autoriza nuevamente la instalación de retablos.
En los presupuestos municipales de 1871—1872, se impone por primera vez la obligación de pedir licencia anticipadamente al Ayuntamiento, para celebrar, tanto las fiestas de –carrer- etc., señalándose la cantidad de 500 pesetas (…)”
( J. Bodria, 1906).


Treinta y dos años después, seria restituido un nuevo panel en el que
solo figuraba la Virgen del Rosario, patrona de esta barriada.

***
Tan extraordinaria era la devoción de este poblado por San Vicente Ferrer, y la Virgen del Rosario: que la primera capilla rural propiedad de los Marqueses de Rotova, estaban dedicadas al Santo dominico Valenciano y a la Virgen de aquella advocación. Pero cuando en 1858 se inaugura la primera iglesia, la nueva parroquia queda solo bajó la advocación de la Verge del Rosari.
Por estas vegas, mitad huertanas, mitad lacustres fue desde antaño muy grande la devoción que se sentía por el dominico, lo prueba que en el frontispicio de casas y alquerías se ha perpetuado la imagen del Santo valenciano. Como muestra en dos de las tres alquerías que se conservan (Lluna y l`Olleria), aun se pueden contemplar las artísticas -.rajoletes maniseres- que nos recuerdan la devoción que sentía esta popular barriada por el Santo.


Congregar d`impedits (1858). El Comulgar de Impedidos, es el único acto religioso que a un perdura con devoción por las calles de este antiquísimo poblado del Marchiliena del Repartiment (s. XIII), acto que tan íntimamente unido está a la festividad de San Vicente Ferrer, es la celebración que a un perpetúan els Marjalers, donde en procesión se recorren como antaño se hacia algunas calles de este viejo raval .El próximo abril de 2008 se cumplirán por lo tanto longevas efemérides. Cuentan que durante la guerra civil (1936-1939), en una de las muchas alquerías que a una quedaban en esta partida huertana, una familia de labradores escondieron a un cura por la cosa de la guerra civil y que por lo tanto no dejo de celebrarse el fervoroso -combregar d`impedits.

El recuerdo a San Vicente Ferrer.
En mi caminar por los rescoldos huertanos de Marchalenes, tuve un día la suerte de mantener una amable conversación con la Senyora Lola Asunción (alquería de Lluna),que seria el preludio de otros gratos y diálogos donde se encontraban presentes familiares y vecinos, sentados a la sombra de la arboleda, la señora, me hizo saber una tradición transmitida desde 1505 (quinientos años), de padres a hijos, referida a San Vicente Ferrer el dominico valenciano, y que venía a confirmar, lo escrito en la segunda década del siglo XX, por J. Martínez Aloy. Según la señora Lola, con el asentimiento de sus familiares presentes me hizo esta confidencia.- “Que San Vicente Ferrer, acostumbraba a venir por estas huertas y que se sentaba a rezar en esa piedra labrada en forma de asiento que aun se conservaba. Y que sus ascendientes vivieron en estas hueras desde hace quinientos años”. Pasaron unos minutos y la dueña de la casa, con gran ceremonial me invitó a que le acompañara, pasamos por entre los restos que quedaban de un huerto, y próximo al muro de la casa se conservaba una espesa arboleda y en ella como si el tiempo se hubiese detenido, pude ver la piedra labrada donde la señora Lola, me dijo.- “ Esta
es la piedra donde se sentaba a rezar y apostolizar San Vicente Ferrer”. Con permiso de la dueña, me apresuré a obtener dos fotografías de tan legendaria y estimable piedra. Cuando habían pasado unos cuantos días, y yo, disponía del revelado de las fotografías, pasé a visitarle y ofrecer a la señora Lola, algunas de aquellas fotos. En esta ocasión, iba pertrechado yo, con una mejor maquina fotográfica, pretendía tener constancia mejor de tan extraordinaria reliquia. Nuevamente les pedí permiso para sacar fotos, y cual seria mi sorpresa cuando me hicieron saber, que la piedra, que tan fervorosamente habían conservado durante tantos siglos, habia desaparecido de aquel idílico lugar.


La Font del Retaule del Rosari.-
En la vieja casona derribada en 1991,en el trascurso de su existencia tuvo varios propietarios, en 1885, correspondía su propiedad a
la Excma. Sra. Maria de la Encarnación Manyans donde precisamente se originaba el ángulo de la calle Marchalenes, y comenzaba por la derecha la -senda- coloquialmente llanada del -ventrero- (actualmente calle Reus),acequia a un lado, y al otro, el muro del huerto del celebrado Monasterio de la Zaidia; casi al pie del retablo, el Ayuntamiento de Valencia, colocó una artesanal fuente de hierro, que fue merecedora del aplauso y agradecimiento del vecindario. (Hay que recordar que hasta los años cuarenta del pasado siglo XX, algunas de las casas de la barriada carecían de agua potable). La artesanal y popularísima Font del Rosari) mereció la atención de J. Martí Gadea, cura nacido en Balones (Alicante), uno de los más jocosos y prolíficos poetas valencianos, quien le dedicó estos versos, que por aquellos tiempos fueron tan populares.-




“A este barri per ventura

De Valencia, li ha vengut.
Una font que li asegura
Comoditat i salud.


Chiquetes, que ahir agobios
pasaveu en Marchalenes,
¡ ja teniu ahon vore als novios!
¡la font vos ha tret de penes!


A la font del Rosari,
Joves i velles,
anirán les veines
de Marchalenes “(...) (sic)


Nota.- Tan celebradas y populares fueron las fiestas que se celebraban- en el poblado de Marchalenes, durante los últimos años del siglo XIX en honor de la -Verge del Rosari i San Vicent Ferrer,- que celebrándose en Valencia, un importantísimo acto cultural, donde se daba cuenta de las más importantes fiestas que se celebraban en la ciudad del Turia; el historiador José Bodria, en un momento de su disertación, dirigiéndose al auditorio dijo;

“De les festes que encara duren y tots coneixém, no me ocupe, com son les de fora dels carrers de San Vicent y Marchalenes à laVerge del Rosari” (sic)

El historiador y poeta, seguramente pensaría que no hacia falta emplear más tiempo redundando algo que toda la Valencia festiva conocía. El silencio de don José Bodria, nos deja huérfanos de saber de buena tinta, como eran aquellos tiempos las “conocidas fiestas”que se celebraban en este viejo poblado en honor de la Virgen del Rosario.

GRANDES FIESTAS
En la década de los años cuarenta, se organizaron extraordinarias fiestas en honor de Santiago Apóstol, nuevo Santo Patrón de la barriada.


Fiestas de Marchalenes (…), para dar mayor brillantez a estas fiestas, los clavarios y feligreses se han encargado de restaurar el famoso retablo que se conserva en aquella popular barriada de Nuestra Señora del Rosario, el cual data del año 1800.
Después de la misa del Santo Patrono y precedido de bellas y entusiasta palabras pronunciadas por don Luís B. Lluch Garín, fue descubierto el referido retablo (…). Felicitamos a la junta de clavarios de Santiago Apóstol, y en particular a su clavario mayor don José Maria Alfonso, por su tesón y entusiasmo desarrollado, para llevar a buen fin obra tan deseada por todo aquel vecindario
.”



Pasados los años, con la lectura de la noticia publicada en el periódico nos permite perpetuar la figura de don José Maria Alfonso Fabado, quien dispuso de
su peculio particular, junto con la colaboración de los clavarios de 1946, para que se pudiese llevar a cabo la restauración de tan tradicional retablo.
Las Provincias. 4-08-1946

El retaule, retablo, o paneles religiosos son reflejo de tradiciones y fiestas mayores celebradas al llegar la primavera o el verano .Con el tiempo, las devociones se amortiguaron y los azulejos con representaciones pías perdieron el cuidado de las clavarios. Al abandono siguió el robo de algunos de los artísticos azulejos sin que nadie protestara y, al final, cuando en 1991 la vieja casona fue victima de la piqueta, le acompañó el entonces muy deteriorado retablo.


El olvido que sufría el retaule, es fiel reflejo de la indiferencia que incurren las personas. Con el tiempo, los fervores se apaciguan y el retablo en la actualidad
solo existe en el recuerdo de unos pocos vecinos mayores de la barriada de Marchalenes.


PD. Ruego dirigido a doña. Rita Barberá Alcaldesa del Ayuntamiento de Valencia: que bonito seria el poder recuperar para esta a típica y popular barriada la tradicional Font de la Verge del Roser, y reproducir algunos de sus entrañables y sencillos versos del cura de Alicante y gran valenciano, Joaquín Martí Gadea.

Fin.


Bibliografía

Mª Eugenia Vizcaíno Martí. “Azulejería Barroca en Valencia” -.1998., p.256.
J. Martines Aloy.-“Geografia del Reino de Valencia”.-1920., p. 849.
José Bodria y Roig.-“Festes de Carrer”1906., p. XXVII.
Las Provincias,-4 -08-1946
Ensisam de totes herbes.-1881.(Se supone escrita por Joaquín Martí Gadea).

domingo, febrero 17, 2008

CONVENTO DE NUESTRA SEÑORA DE LA ESPERANZA

CONVENTO DE NUESTRA SEÑORA DE LA ESPERANZA

ARQUITECTURA CONVENTUAL. MODERNO. S. XVI.
Partida de Marjalena s.XV

DISTRITO DE MARCHALENES


Juan B. Viñals Cebriá


“Fundación de 1509, narrada por el padre Jordán, incluyendo la vida de sus religiosas más ilustres. El Padre Tosca incluye en su plano urbano del citado año 1704 este convento en su listado de monumentos, sin otorgarle lógicamente número al sobresalir su ubicación del mapa, como también lo hace con otros conventos extramuros y la parroquia de San Valero de Ruzafa. A corta distancia de Valencia, a la derecha del camino Burjasot, (ahora desaparecido), donde este forma un ángulo muy obtuso y el terreno está algo elevado queda un caserío o alquería. En una de cuyas paredes era visible hace unos años el medio punto de una bóveda. Allí estuvo el convento de la Esperanza, de religiosas agustinas….Hoy los restos del edificio son propiedad particular y su nombre se conserva en un molino próximo; y se ha dado a una fabrica modernamente establecida”.

El fundador de este cenobio “sito en la huerta de Valencia, en la partida de Marchalenes.” (Teixidor en 1767), fue Baltasar Gallach, regente que fue de la Audiencia de esta ciudad; y a su ruego el rey Fernando el Católico concedió privilegio, hecho en 25 de septiembre de 1509, para que se pudiese instituir el dicho convento en una alquería con nueve anegadas de tierra, haciéndole libre de derechos de amortización.
En consecuencia, el mismo Baltasar hizo donación a fray Diego de Orozco, vicario general de la orden Agustina, de la aludida alquería y tierras para tal empresa, que no pasó por escritura pública hasta el 10 de enero de 1510 ante el notario Miguel Ruiz; escrito mediante el cual estas propiedades fueron vendidas por Pedro Gosalvo y su mujer Magdalena a favor de la ya entonces priora y fundadoras que habían venido del convento de San Julián. Refiere el mentado padre Jordán que concedieron “los Sumos Pontífices algunos Indultos a este Convento para poder hazerse mejor la fundación. En 29 de junio de 1525, a instancia del padre Provincial, el Maestro Fray Benito Colopet, concedió su Santidad nuevas Indulgencias sobre las antiguas a todos aquellos que dieren limosna, así para la fabrica del Convento de la Esperanza como para los demás de la Provincia; este Privilegio se guarda en el Archivo de dicho Convento”

Por las extensas propiedades del convento, fluía la caudalosa acequia de Petra(reseñada en el Repartiment), a la vez que se conformaba el celebre –Goleró de l`Esperança-. Las huertas monásticas se regaban con aguas procedente de la caudalosa acequia Tormos.
Refiere el citado Cruilles. “El convento e iglesia formaban un rectángulo de más de 250 palmos de lado. El templo tenía unos 90 palmos de largo por 26 de ancho, con pilastras de orden toscano, con cuatro arcos de medio punto que sostenían la bóveda. El coro, la sacristía y demás anejos eran también bastante espaciosos y muy desahogadas las habitaciones del cenobio. En él pasaban su monástica vida las religiosas, de quienes el santo arzobispo Tomás de Villanueva también agustino, que las visitaba con frecuencia, solía decir que eran muy observantes y vivian contentas con su pobreza. El beato Nicolás Factor predicó alguna vez en esta iglesia; y en ella se conservaba una insigne reliquia de la virgen y mártir Santa Apolonia
Cuando el ejército francés sitió Valencia en 1811, las religiosas tuvieron que abandonar su casa, refugiándose dentro de la ciudad en el convento de San Fulgencio, que había sido colegio de religiosos del mismo instituto. El convento de la Esperanza, reducido en parte a escombros y muy destruida la iglesia por causa del asedio, quedó inservible y abandonado. La comunidad permaneció en su asilo hasta 1836, en que decretada la reunión de conventos de la misma orden, pasaron a unir su suerte con las religiosas de Santa Tecla.Otro convento de extramuros de Valencia, que completaba la larga lista de arquitectura religiosa de la ciudad y su entorno impulsada a lo largo de la Edad Moderna, especialmente a partir del mandato de Juan de Ribera. Iglesia con rasgos propios de la primera mitad del Seiscientos. Gótico en bóvedas y tratamiento interior renacentista con pilastras toscanas.”

La importancia de este cenobio lo demuestra que doce cardenales de la iglesia en octubre de 1554, en el Pontificado de Julio III, concedieron cien días de indulgencias cada uno, en los días de San Agustín, la Virgen de la Esperanza y en la natividad de la Virgen, para todos los que visitaran el convento.
En el monasterio de la Esperanza se veneraban algunas insignes reliquias entre ellas un diente de Santa Apolonia
mártir, regalo del convento de N.P. San Agustín de Perpiñán (-24 de agosto de 1540).
Santa Apólonia Virgen, sufrió martirio en Alejandría, bajo el reinado de Decio, siéndole arrancados los dientes.” ( Cruilles en 1876). (F.P.S, 2000).

Nota.-En la actualidad Santa Apolonia es la patrona de los odontólogos de España.

Como una muestra más, de la devoción que sentían por Santa Apolonia –els marjalers- incluso habitadores del antiguo Reino de Valencia , el cronista Marco Antonio Orellana, al referirse a las fiestas que en honor de la mártir se celebraban en este arrabal, dejaba escrito lo siguiente.-

"Estas fiestas son tan populares que disfrutan desde antiguo el día 9 de febrero del merecidísimo titulo de -Festes úniques de porrat”.
“Festes Majors i solemnitat en el Antig Regne de Valencia.

MOMENTO HISTORICO


Juan B. Perales(1880), continuador de Gaspar Escolano, dejaba escrito que para solemnizar el histórico momento del fin de la guerra, el Conde de Melito, al comunicar tan esperado momento, ordena congregar a todos los nobles valencianos en el –camí rial de Marjalena a Lliria- frente al histórico Convento de la Esperanza; el texto es como sigue.-

A nueve de noviembre salieron el virrey y los regidores con toda la caballería hasta el Monasterio de la Esperanza a recibir a los marqueses, que como guerra acabada se venían a Valencia y entonces entraron todos por ella con paseo y vuelta pública; y en demostración del común aplauso de su sosiego se hundía de las campanas que tocaban sin parar y por la noche se ardía de luminarias (...).”

***
Otro testimonio referido a tan significativo convento.-“Por los años de 1668, hallabase Ciudad, y Reyno de Valencia con tanta esterilidad y falta de Agua (…). Se asigno el día 18 de Março (…) se dispuso de una muy devota procesión, acompañada por la Virgen de Campanar, y variedad de penitentes con muchas antorchas: Encaminose en drechura al llano de la Zaydia, de allí por Marjalenas al Convento de la Esperança, de Religiosas Agustinas Calçadas, donde había de hacer Estación, en un altar milagroso (…)(sic). (B.Combes.1714).



***

Después del asedio sufrido por la guerra del francés, el Cenobio de las Agustinas, quedó en estado ruinosa y fue adjudicado a Juan Bautista Reig, escribano del Puig, por 13.500 reales a censo del tres por ciento.


***

En los esplendorosos tiempos del convento, en su placido entorno, junto –al pohuet- se encontraba el popular –forn de l`Esperança-. En el siglo XIX, encontramos documentos referidos al
el pago del arriendo del celebrado Forn de l`Esperança.
“Vicente Taberner Hornero por el Horno y huerta de la Esperança paga anual por arriendo (…). 1823-1836. (sic)
(A.R.V, Clero, llibre 488, p.52).

Fue tanta la notoriedad que gozaba el -forn de l`Esperança-, que llego a ser inmortalizado por los pinceles Vicente Benedito, famoso pintor valenciano. El lienzo fue adquirido por la Diputación Provincial de Valencia. El texto que le acompaña, erróneamente figura un origen equivocado, pero los que bien conocimos, como es mi caso, por haber vivido mi tía Vicentica, hermana de mi madre, en ese horno, que se mantenía intacto excepto los humanos, que aparecen en el lienzo del célebre pintor Benedito.

La realidad geográfica referida al mencionado horno, debe de situarse en la huerta de Valencia, partida de Marchalenes. Este acreditado y afamado horno de -l`Esperança-, disfrutaba del privilegio, de poder utilizar las exquisitas y conventuales recetas de los dulces elaborados por las monjas agustinas. El indicado horno finalizó su actividad, cuando se consumaban las últimas décadas del siglo XIX, después con aquellas recetas de las religiosas agustinas, se emprendió esta actividad, en un edificio levantado en las cercanías del molino, actualmente avenida Burjasot, que concluyó sus días fabricando igualmente fideos, hasta que fue derribado en el transcurso de la decada de los años cincuenta, del pasado siglo XX.
Cuando la visita de Cavanilles – “El convento de la Esperanza y el caserío -formaban una corta aldea”-.
Durante las primeras décadas de s.XX, Antes de alcanzar el –pont del camí vell de Burjassot (acequia de Petra), te encontrabas con
-alquería -del –Ciri-(propiedad de D. Maria Giner, de donde se extrajo tierra, junto otras de Alicante y Castellón servirían para dar cobijo a los valencianos fallecidos en hispano-América) después, tras un corto trecho, te encontrabas con las alquerías de -Geroni de lloca- i Cosme, con sus dos grandes portones, se encontraban situadas cara a la gran ciudad: en el mismo camino de Burjasot, sin abandonar esta carretera se podía llegar a Benicalap y Burjasot, si doblabas a la derecha rebasada se alcanzaba els Ollers la apacible Olleria, lugar que Jaime I, donó a los caballeros Templarios, por haber sido este su sitio de acampada, antes de hacer la entrada en la ciudad de Valencia (1238). En la Cruz que aun existe en el camino de Moncada, una placa labrada destruida en (1936), daba testimonio de este poco conocido y memorable hecho historico.

En un opúsculo, que aparecía en el -Llibre d`Or- de la A. Falla Avda Burjassot- Joaquim Ballester i Reus (1995), bajo el epígrafe - El Barri de l `Esperança- se puede leer.-
--“Actualment, el solar del dit Convent de l `Esperança está junt a l `Hort de l`Estrela i ultim edifici de la Avinguda de Portugal. Els seus raders moradors foren “Paquita la del Rincó i la “tía Maximina.

Despres l `ocuparen, com magatzen, uns traginers que hi guardaven ses mercaderies; en derrocar estos últims unes parets -agost de 1974- s`enfonsá part de la resta del convent que restava de peu.
Hui tan sols queda una pedra enfront de la porta de l`hort. Altre dels vestigis que hi resten del convent son les altes parets que fan migera de l`edifici número 90 del carrer de Marchalenes
”.



Este es el bosquejo, dedicado en recuerdo del que fue el célebre convento de la Esperanza de las religiosas madres agustinas, enclavado en la vega de la huerta, en el septentrión de Valencia, en las frondosas vegas y huertas, aledaños donde se originaban las determinativas terres Marjalenques.




Fin

domingo, febrero 10, 2008

CONVENTO DE LA ANUNCIADA, DEL PRIORATO DE LA CARTUJA DE PORTA -CELI

CONVENTO DE LA ANUNCIADA, DEL PRIORATO DE LA CARTUJA DE PORTA -CELI

Arquitectura conventual. Medieval. Siglo XV.
Distrito de Marchalenes
Juan B. Viñals Cebriá

CONVENTO DE LA ANUNCIADA

Arquitectura conventual. Medieval. S. XV (1442).

En el Plano de Huerta y Contribución Particular de la ciudad de Valencia, emitido por los Señores Jurados en 1595, se pueden contemplar la grandiosidad de las propiedades de la familia Zanoguera, posteriormente cuando discurrían las postrimerías del siglo XVIII, por escrituras de familias con negocios importantes en Marchalenes se prueba la extensa propiedad que aun mantienen en esta área la acrisolada familia de los Zanoguera en la huerta de este distrito, donde el eje central continuaba siendo el molino de Bas, y tierras circundantes. Patrimonio resultante de lo que con anteriormente fueron los espaciosos feudos del mercader valenciano Jaime Perfeta, quien en tan amplia posesión ostentara el enfático nombre de -Real de los Reyes Moros.-

“-SELLO SEGUNDO CIENTO TREINTA Y SEIS MARAVEDIS, AÑO DE MIL SETECIENTOS NUEVE. Sea notorio que esta publica escritura Vieren como Yo Don Alonso Zanoguera Vecino que soy en la Ciudad de Valencia Digo,
que soy Poseedor del Mayorazgo y á el pertenecen la casa principal sita en esta ciudad en la Parroquia de San Pedro enfrente la casa de la ciudad,. Dos molinos de harina llamados vulgarmente el uno de la Marquesa y el otro de Bas sitos en la huerta de la misma ciudad. a saber el de la Marquesa en el distrito de Campanar, y el de Bas en el distrito de Marchalenes con diferentes tierras a ellas contiguas de un pedazo de tierra separado que son ocho anegadas y media poco mas o menos con moreras . Y necesitando dicha casa y molinos de diferentes obras que si prontamente no se acude se experimentara la total ruina- (…).”(1)


La propiedad de los Zanoguera fue anteriormente propiedad de Jaime Perfeta, rico mercader valenciano, con indudable experiencia adquirida con sus negocios en Génova, con la venta de arroz, de harinas y paños, dado el auge de sus negocios el rico hombre, le induce ampliar sus negocios con la adquisición del importante ingenio situado en Marjalena, con el nombre de el Real de los Reyes Moros.

El inicio de la exitosa carrera de Perfeta va asociado a la compra durante el verano de 1413 de una propiedad periurbana en el área de Marchalenes, -Na Mallada o también conocida por “lo real de Na Guascona- al noble Joan Gascó”. Esta adquisición comprendía un complejo rural que integraba “varios huertos que rodeaban unos edificios constituidos por la casa tres casales con molino, uno harinero, otro arrocero y un batán pañero”(1bis)




En el soporte documental debido a J. Teixidor, y posteriormente recuperado por F.P.S., donde se describe la existencia del olvidado convento de la Anunciada. La narración comienza de la manera siguiente.-

“Fue fundación de monjes cartujos, que fue emplazada cerca del convento de la Esperanza , en la partida de Marchalenes, en el molino de Jaime Perfeta.
En el año 1767 pertenecía al conde de Bicorb. El padre Teixidor recoge su fundación, tomándola del padre Alfaura en su libro Origin. Domor. Cartus ., p. 176, n. LIX; y del padre DOM. Civera en los Annal, de la Cartuja de Segorbe, fol 326, y que viene a ser como sigue.
En el citado año 1442, un mercader rico de Valencia, el aludido Jaime Perfeta, admirador de la orden cartujana, quiso en su gran posesión que ostentaba en la huerta de Valencia, en la susodicha partida de Marchalenes
(la cual casa se intitulaba el Real de los Reyes Moros, donde había un molino de diez muelas), se fundase una casa con titulo de la Anunciada de Porta –Coeli, porque el prior de este monasterio había de tener la superintendencia de ella con tal que no aumentase y creciese. Hubo varios pareceres a favor y en contra sobre si se aceptaría o no la donación que ofrecía hacer luego. No obstante, como el padre fray Juan de Nea, que era a la sazón prior de Porta –Coeli, favoreciese la creación hizo que la reina doña Maria, que se hallaba en Valencia gobernado estos reinos por ausencia de Alfonso el Magnánimo , su marido, escribiese al padre general, DOM. Francisco Maresme, º para que cediese la empresa al prior de la cartuja de Escala Dei, que era visitador. Escribió la reina en estos términos: “Reverent Pare Fr. Joan de Nea nos ha parlat del Reyal den Jacme Perfeta, e com vostra devoció no si reposa, ne per conseguent feta comissió, de quens maravellam, car devets pensar, que no emprenem cosa que no haja son efecte; e les devocions de les persones, e les oblacións que a bon fi, nos dehuen recusar, car repuntenho los lechs a alguna especie ingratitud. Nos, empero, vehem lo vostre cel, que es bo, pero pus mogut es lo fet, deuse tancar: a la experiencia mostrará si procehirá bé, o no; e si no proba bé, nos mateas procurarem que sia Venut. E axí, pregamvos afectuosament fer de açó la comissió al Prior de Escala Dei, etc. La Reyna.”
Vista la carta, el general de la orden confió la operación al visitador de la misma, el cual llegando a Valencia fue a besar la mano de la reina en compañía de los priores de Pota -Coeli, Val de Christo y del Paular. Y pasaron a ver el sitio, que según se escribió en el auto de aceptación, hallaron un lugar tan ameno y regalado de aguas, arboledas y edificios que eran “Velut alter Paradisus terrestris”. Y así se aceptó el establecimiento en 15 de junio de 1442, que aprobó el general y escribió el agradecimiento a Jaime Perfeta, el cual hizo cesión posteriormente del designado Real y tierras, siendo nombrado vicario de la casa el padre Jaime Diaz, profeso de Porta-Coeli, de donde se llevó dos o tres religiosos para darle principio. Al año siguiente también lo fue, procedente del mismo cenobio, el padre Juan Martí. Pero tres años después, habiendo experimentado no cuadraba con la soledad u retiro que infunde la hermandad de los cartujos, renunciaron a todo lo que había donado Jaime Perfeta, dándose fin a esta institución de la Anunciada de Porta-Celi.
Dada la corta etapa de esta instauración, apenas daría tiempo más que a habilitar capilla y dependencias en los edificios donados, no habiendo oportunidad de abrir fundamentos, para levantar nuevas fabricas.
Curiosa y efímera fundación proveniente de un particular devoto, aunque no insólito lo de su iniciativa privada. Elocuentes son también las razones aportadas sobre la instauración de la Anunciada: “que viendo el hábito de la Cartuja cerca de Valencia, alguno se aficionaría y le pediría; como también que si en Porta –Celi hubiese algún religioso accidentado y enfermo podían bajarle a dicha casa, y allí seria visitado cada día por los médicos y servido con medicinas frescas. Por el contrario, decían otros que fundar tan cerca de la ciudad, donde había tanto concurso de gentes, mayormente mujeres, que acudirían al molino, no era conveniente a la soledad que profesa la Cartuja.” (2)


LITIGIO ENTRE EL REY Y JAIME PERFETA

“Con motivo de un litigio sobre aguas y riegos, el rey envió su sentencia desde Nápoles. De la acequia de Mestalla se desprendían tres brazos, la acequia de Petra, la de Algirós y la de Rambla, que irrigaba los huertos del Real. Pero sucedió que en la acequia de Algirós, el caballero Jaime Perfeta construyó un molino con lo que, debido a la proximidad de ambas acequias, avía irregularidades en el caudal del agua de la acequia de Mestalla. La sentencia real favoreció a los afectados por esta última, favoreciendo indirectamente a los de Rambla y por lo tanto a sí mismo.” (3)

ULTIMOS VESTIGIOS DE LA GRAN POSESIÓN


Cuando discurría la década de los años setenta del siglo XX, fueron derribados -
el molino, la arcaica posada,,-el trinquet- (trinquete) -las casas de Barrachina-, -casa Donderis -la alquería de Borrull-. Todos estos edificios fabriles, hogares, incluida la calle Gregorio Gea, son parte de las pertenencias territoriales de esta importante posesión conocida con el celebérrimo Real de los Reyes Moros.
Con el derribo de la posada –posá- (posada) nombre que daban coloquialmente los lugareños tuvo el final de sus días del efímero convento de la Anunciada del Priorato de Porta-Celi. “Este edificio, al igual que el –trinquet y algunos de los solares que alcanzaban hasta el muro del molino arrocero los recibió en herencia (1854) doña Rafaela Nicanora San Benito”.(4)
Los Marqueses de Malferit y posteriormente doña Concha Montesinos, viuda de Federico Estela Sorní, fueron los últimos propietarios de la fábrica de harinas y arroces del titulado Molino de la viuda de Estela.

EL PRINCIPIO DEL FIN DEL MAYORAZGO

El principio del fin de esta gran posesión
se produjo el 2 de septiembre de 1709 cuando su majestad Felipe V. concedió permiso al poseedor del mayorazgo don Alonso Zanoguera, Gentil hombre de la Cámara de su Majestad, para que pudiese vender al molinero Francisco Donderis, --"ocho anegadas poco más o menos de tierras con moreras, situadas en Camino Azagador de Paterna -acequia en medio- distrito de Marchalenes".

La orden contemplativa de los Cartujos tiene su origen en Chartrense, (1084), sus rasgos más característicos son : la simplicidad, la consagración a la búsqueda de Dios en una vida de oración y penitencia en soledad . Solo los domingos y días de fiesta comían juntos en el refectorio. Las cartujas , aunque pudiesen construirse en núcleo urbano como la casa de la Anunciada, tenían una estructura que las aislaba del mundo exterior, las celdas de los monjes poseían tres compartimentos: la antecámara, la celda -con mesa, camastro, y pequeño compartimiento para libros. La primera fundación en España fue en la Corona de Aragón: en el Reino de Valencia la primera que se fundó fue en Porta –Celi (-1272-).

Sirva estas misceláneas documentales como recuerdo del y efímero y olvidado convento de la Anunciada, que se hallaba enclavado dentro del ámbito de lo que antaño era conocido como el Real de los Reyes Moros, situado en la huerta de Valencia, distrito de Marchalenes. Este exaltado predio comprendería el siguiente territorio; por el norte, desde la acequia de Rambla hasta después de alcanzar el prodigioso ´-encreuament- ingenio hidráulico de la época, donde las acequias Mestalla y Rascanya, pasaba una por encima de la otra; por el sur, alcanzaría el espacio que ahora ocupan las calles Arzobispo Fabián y Fuero (Barranquet), Avenida Burjasot, y calle Padre Ferris. Por el este, el tramo del actual Llano de la Zaidia, hasta la acequia de Rambla; por el este, desde el actual Llano de la Zaidia hasta calle Reus por detrás del huerto de Sogueros (-menaors-)y oeste, desde le antiguo camino Campanar, junto al -birler de Carabina- hasta alcanzar nuevamente a el –encreuament islámic--(Rascanya y Mestalla, en la desaparecida Papelera Levantina, del camino de Burjasot),


fin








BIBLIOGRAFIA:
(1).Fondos, procedentes de la familia de mi padre político, don Armando Amorós Donderis 1849.
(1bis) I.Mangue.-Marxalenes…….2001p 129)
(2) J.Teixidor,1895.pp. 206-207., y (F.P.S.), 2000, pp.128-129.
(3).P. de Isausti, 1993, p.64.
(4) .Vicente Barrachina Bayarri, 2000.
Desde aquí mi más sincero homenaje a la memoria y recuerdo de José Amorós Valero, desaparecido amigo, historiador de Beniferri, el cual generosamente me proporcionó todo tipo de noticias, recortes de prensa y fotografías que llegaba a sus manos

relacionadas con Marchalenes.

domingo, febrero 03, 2008

De Marjalena a Marxalenes

Del distorsionado Marchiliena del Repartimet, al desconcertante rotulo del Parque de Marxalenes.

Juan B. Viñals Cebriá

Con todo fundamento el topónimo valenciano Marjal, es originario del árabe March, y de una diferenciación de aquel primero, germinaron en tierras valencianas los hidrónimos diferenciados de Marjaleria en Castellón, Marjalena en Valencia, y el diminutivo Marjaletes en Alicante. Los adictos de la Academia Valenciana de la Lengua, la invocada como fenicia, por don Vicente Torres, ese valenciano de pro, escriben el nombre de nuestro antiquísimo “raval”, con el neologismo Marxalenes. Y de esta manera los partidarios de la AVL, dejan herido de muerte a nuestro fraternal topónimo. Por lo tanto no hay traducción en tal caso sino deturpación, es decir, se despoja de los distorsionados Marchalenes-Marjalenes y se intenta borrar la sinonimia, sustituyendo la “X” por la “CH”, y la “J”. Entonces del originario Marjal, se queda en "marxar”. Y así, nuestro dulce y eufónico gentilicio de Marjaler, subsistirá con el trastocado “marxaor, (jutge de partida de pilota). Estas alteraciones del nombre de nuestro topónimo, a los oriundos, o moradores de este antaño poblado lacustre nos hace chirriar. En muchos documentos del Siglo XV, se encuentra
el nombre del poblado con las grafías Marjalena y Marchalena. Concretamente en la escritura de compraventa de “unas tierras con moreras”, Camino Azagador de Paterna(1709), (actual calle Arzobispo Fabián y Fuero) figura como “distrito de Marchalenes”. En el Edicto Municipal de 1797, que hace referencia a los arrabales de la ciudad de Valencia, se puede leer.”Por el camino de la Esperanza, la última casa de Marjalenes”.
Marchalenes, Marjalenes, dos nombres distorsionados, el primero de ellos, escrito por amanuense castellanizado y, el segundo el del Ayuntamiento, valencianizado con la “J” que al igual que Nicolau Primitiu, emplean una grafía más aproximada al habla de este arrabal de “vora riu”, al decir, que “ vaig anar a escola a Marjalenes;…”(Cfr.- Rosa Gómez Casañ. -Una aproximacio a la seua vida-.1997)


El cura de Campanar, Bartolomé Combes, que hablaba y escribía
en valenciano, en su libro “Feliz Hallazgo(…)” 1714, dejo escrito:”Encaninose en derechura al llano de la Zaydia, de allí por Marjalenas al Convento de nuestra Señora de la Esperanza(…)”. La lingüística en cambio, debe de utilizar los documentos para el mejor conocimiento del idioma. Los que nos “ordenan” escribir con tan estrafalaria grafía el nombre Marxalenes, les hago la pregunta siguiente.-¿Han investigado la historiografía de este antiguo arrabal de extramuros situado en el septentrión de la ciudad de Valencia, precisamente en la hondonada o “conca” que se conformaba a la vera del río Turia?. Tradicionalmente, la historiografia valenciana -desde Escolano, pasando por Texidor, Boix, Rodrigo Pertegás, Martinez Aloy,Nicolau Primitiu, y toda la pleyade de historiadores y geografos, igualmente que los vecinos, Armando Amorós Donderis, Luis B. Lluch Garín, Félix Valls Pons, y Dolores Asunción, han coincidido en afirmar la existencia de “terres marjalenques” en este territorio mitad lacustre, mitad huertano, documentado en el siglo XV, y posteriores como Marjalena.

Más información en: MARCHALENES : estudio en torno al topónimo