miércoles, octubre 29, 2008

Marchalenes: poblado o arrabal, nunca alqueria (II)

Marchalenes: poblado o arrabal, nunca alqueria (II)
(Recuerdos de su historia)


Juan B. Viñals Cebriá



Por lo tanto nuestro antiquísimo poblado, hasta principios del siglo XIX, era como un paraíso donde podía yacer encubierta la fortuna para los hombres de propensión clara y pulso sereno. Hay quien piensa que en este poblado o arrabal, prendía el oro cual vegetal de las ramas de los árboles de los más variados frutos que se cultivaban por estas ubérrimas huertas, o se multiplican las ganancias en las espigas de los arrozales que se sembraban tanto en les terres marjalenques, o junto els aigua molls a la vera de la acequia de Tormos: eso fue siempre una verdad a medias, pues el oro dels marjalers se llamaba intuición, esfuerzo, tesón, y sacrificio, además disfrutaban del valor añadido que supone la proximidad del gran mercado, que era la gran ciudad.¡Qué esfuerzo más sobrehumano! Muchas de estas tierras, en la más remota antigüedad antes de ser trasformadas en fértiles huertas, fueron como bien dijo el erudito Roque Chabás.-“junquerales y almarjales”. Recordar, que muchos de aquellos fértiles campos, antes de ser horta, fueron baldíos aigua molls. Las dificultades con el que hubieron de encararse los primitivos Marjalers, y a fe, que lo consiguieron con sapiencia y trabajo, fue canalizar el agua, que sobrante con demasía en algunas partes, inteligentemente era llevada donde hacia falta en otras partes de la huerta. Había que transformar los terrenos baldíos, y por lo tanto más que esforzase, habia que sacrificarse duramente en el quehacer diario. De no contar con personas tan porfiadas e inteligentes, una amplísima franja del territorio de este arrabal hubiese permanecido yerma durante centurias de siglos, todo como consecuencia de la descomposición de las aguas estancadas. Pero hay que reconocer lo que han hecho los labradores en el antiguo poblado, lugar o distrito, para trocar en huerta fecunda los baldíos humedales. La denodada lucha frente los marjales y junquerales, iniciada por nuestros pobladores primitivos en toda aquella prehistórica Valencia, fue una lucha dura, que costo cuantiosísimas vidas y esfuerzos indomables. Muy escaso es lo que se ha escrito sobre la tenacidad, y el esfuerzo desplegado por aquellos primeros moradores de tan delicioso clima, como de tan dificultoso territorio. Poco se ha contado sobre aquella odisea que tuvieron que sobrellevar para canalizar el agua, y en otras zonas encauzarla debidamente. Lamentablemente se ha escrito muy poco si exceptuamos los posteriores pero certeros escritos de Vicente Blasco Ibáñez, el novelista valenciano más universal, y del botánico Cavanilles, siglo XVIII. Quien dijo.- Continuara...


BibliografíaJuan B. Viñals Cebriá.-“Marchalenes (…)”.-2000

sábado, octubre 25, 2008

Marchalenes: poblado o arrabal, nunca alqueria (I)

Marchalenes: poblado o arrabal, nunca alqueria (I)
(Recuerdos de su historia)


Juan B. Viñals Cebriá
Nuestro territorio.
En tiempos pasados Marjalena/Marchalenes, fue una extensa superficie de tierras marjales situadas a la vera del río Turia, en el septentrión de extramuros de la luminosa ciudad de Valencia. Por lo tanto quien busque cielos y tierras oscuras, que no se detenga por estos lares, puesto que el antaño raval de Marchalenes fue festivo, alegre y comprometido con el trabajo. Antaño, els marjalers, eran unas personas satisfechas y no les producía demasiada merma el sentimiento trágico de la vida. Lo que de verdad conocían, eso si, es el costo de la placidez. Visto desde la distancia del tiempo, el lugar de Marjalena/Marchalenes: poblado o arrabal, pero nunca alqueria, por lo tanto nos apresurarnos en objetar a nuestro admirado Ignasi Mangue, historiador cassolà de adopció, por el titulo dado a su libro.- “Marxalenes de alquería islámica (…)”, tanto la definición alquería, como el topónimo Marxalenes, no la hemos encontrado en ninguna de las fuentes históricas consultadas, con respecto a lo que actualmente es considerado un barrio. Nuestro circunvecino Portal Nou, cuando els marjalers cruzábamos el mencionado portal, ya nos sentíamos en Valencia, pues incluso durante más de la mitad del siglo XX, aun amando intensamente a Valencia, els marjalers siempre tuvimos muy presente nuestros orígenes, y por lo tanto nos considerábamos como de lugar diferente de la gran ciudad, y siempre decíamos, y aun ahora al tener que atravesar el pont Nou, decimos- m'envaig a Valencia. El mencionado Portal Nou se empezó a construir sobre 1391 como consecuencia del ensanche de la ciudad; se abrió sobre septiembre de 1409, las torres se terminaron en 1419. Al haberse construido frente al último de los puentes –históricos-, tomó el nombre de Portal Nou, su forma imitaba las torres de Cuarte con menos espesor y elevación de sus torres, este portal lamentablemente empezó a derribarse a finales del siglo XIX: Por lo tanto nuestro antiquísimo poblado, hasta principios del siglo XIX,se
Continuará.
BibliografíaJuan B. Viñals Cebriá.-“Marchalenes (…)”.-2000

sábado, octubre 18, 2008

Tendetes de Marjalena/Marchalenes

Tendetes de Marjalena/Marchalenes
Lugares olvidados de la Valencia antañona

Juan B. Viñals Cebriá



Tendetes de Marjalena, es el nombre por el cual se conocía este luminoso caserío cuando discurría el siglo XV y posteriores; subsiguientemente, el 6 de septiembre de 1507, cuando la iglesia de Campanar, se desmembró de la de Santa Catalina, se adopto: Tendetes de Campanar, todo ello debido a que los feligreses de Tendetes, dejaron de pertenecer a San Bartolomé, y pasaron a ser parroquianos de la Virgen de la Misericordia de Campanar. Esta aldehuela en sus postreros momentos se le designaba sin más, con el distorsionado Tendetes. Este en tiempos pasados, apacible y luminoso caserío, en la década de los años sesenta del siglo XX, se localizaba en el margen izquierdo del río Turia, en el septentrión de extramuros de la ciudad de Valencia. Este prehistórico y tranquilo “llogaret” palabra que en valenciano tiene el significado de: "alqueria, forn, i molí", lugar que hasta en los últimos momentos de su existencia guardaba un entrañable sabor entre huertano y artesano, en donde sus moradores se prodigaban entre sí, un trato como si de una familia bien avenida se tratara, y por la cual cosa se conocían todos por sus afectivos sobrenombres, ahora entre otros recuerdo a los establecimientos que completaban el censo allá por la mitad del siglo XX, botigueta del Cabut, el Cafetí del Gafarró, el forn del Alcalde, y los circunvecinos Barrio Farol, Barrio Perolets, Barrio la Figuera, camí Transits, camí Paterna, camí Nou, y el Calvari. Las fiestas tradicionales en Tendetes, siempre coincidían en el segundo domingo de octubre, y duraban tres días y donde descollaban entre otros festejos, el típico “arros amb fesols i naps” con que se obsequiaba a la multitud de visitantes forasteros. Históricamente nuestro antiquísimo caserío, se encontraba situado donde ahora se hallan las calles, Mauro Guillem, Valle de Laguar, Joaquín Ballester, Gregorio Gea, Ricardo Micó, y otras calles contiguas, todas ellas extrañamente con nombres de significación marinera, y por lo tanto ninguna de esas calles, con nuestros históricos y confianzudos topónimos valencianos. Los primeros documentos localizados que hace mención a este caserío, los encontramos en “Los Llibres de Avehinament” de 1400-1449, y el contenido exacto de su redacción es la siguiente: (759) -“3º-IX-1424. Pedro Ferris, laurador, ex vecino de Liria; habita 'en les tendes de Marchalena tras lo monestir de la Çaidia'. Avec. Por 10 años. (Sic)

jueves, octubre 09, 2008

LA CONFIANZUDA TOPONÍMIA DE L`ANTICH MARCHALENES

LA CONFIANZUDA TOPONÍMIA DE L`ANTICH MARCHALENES

Juan B. Viñals Cebriá


Que encantadora i confianzuda resultava antany la toponímia de aquell desaparegut entorn mitat hortolà, mitat capitalino, que en el segle XV, es coneixia com Marjalena/Marjalenes. Recorde tan ubèrrim lloc, amb aquella toponímia en tanta familiaritat i confiança, recorde, -la centenària i popular Parreta, immortaliltzada entre altres, per Vicent Andrés Estellés, Blasco Ibáñez, i el sainetiste Eduard Escalante. Els camins Paterna, Benimámet, Benicalap, Beniferri, Montanyana, este últim amb reminiscències de la Via Augusta, Tránsits, Campanar, Llíria, Burjassot, Pla de la Saidia, Camí Nou, Senda dels Bandejats, Senda Ventrero, Partida San Pau,carrer Trinquet, o barranquet, molí l`Esperança, molí Plantes, molí Serra, molí Bonvehí o Villacampa, molí de la Torreta, l`Olleria, la Replaçeta, pont del Anell, pont Nou (San José), els Menadors, barri Farol, la Figuera,Tendetes, el Calvari, les alquerias de Félix, el Xurro, Bacora, Badall, Bonyigo, Bona Nit, Cresol, el Fartó, Serimomos, Pedaç, Castelló, Beato, Foraster, Voro el de la Barraca,Farinòs, el Navero, Barrinto,el Fraret, el Vallador,Geroni de lloca, el Ciri, el Foraster, el Roçafenc, el Caxirulo, la Estrela, Ca Broseta,Ca Botifarra,Ca Lluna, Ca Bonica, Ca Guatla,Ca Melons, Ca Rata, Ca Donderis, la Ermita de la Mare de Deu, el Retaule, les cequies en aquells noms tan determinatius: Mestalla, Rascanya, Tormos, Petra, Algirós, Rambla, Goleró de l`Esparança,el Bollidor, i vora riu el naixement de les terres marjalenques. Estos són alguns dels records entranyables que guarda un octogenari Marjaler, mai marxalener


jueves, octubre 02, 2008

RECORDS DE UN OCTOGENARI MARJALER

RECORDS DE UN OCTOGENARI MARJALER
Juan B. Viñals Cebriá
En la década de los años setenta del siglo XX, don Vicent Andrés Estellés, periodista y loado poeta, publicaba en el periódico LAS PROVINCIAS, bajo el epigrafe de CAMINS, publicaba este desemfadado y encantador poema.- “Abans, el camí del meu poble --el meu poble es Burjassot— era, des de València, una delicia.Hi havia l`horta, l`horta en laseua manifestació mes vivaç iprocaç. Hi havia a un costati l`altre, alqueries i sequies, i de vegades, fins i tot, barraquesi parres. Hi havia una toponi-nimia d`una familiaritat “confian-çuda” i divertida: pense, ara com ara, en “Casa la Conilla.Pero pense, també, en el Molí de l`Esperança i pense en la Parreta (…),hi havia, o hi hagué, frag-mentes importants de conters i de sainets -Escalante i BlascoIbañez. Ara no queda res. Es a dir: ara, l`horta ha desaparegut,tot esta edificat . La ciutat creixi s´ho manja tot. Es un fet –però ès, malgrat totes les compen-sions- , un fet trist, melancolic. res”.
Después de leido lo escrito por don, Vicent Andrés Estellés, esos retratos vivos de aquellos tiempos donde se describen algunos de los lugares que hubieron en la barriada. Su confianzuda llaneza, es lo que hizo despertar en mí, un inusitado interés por la historiografia de estas tierras antaño marjalencas. Años después tuve la suerte de rescatar el parágrafo mencionado por el poeta, tal cual como aparece en el sainete de Eduardo Escalante, donde el valencianisimo autor situa tan “melosa” y tierna escena entre la mas que centenaria y lamentablemente desaparecida Parreta,cuyo título original del sainete es. “El dèu, dénau y noranta”(sic); donde Tonet, galantea a su enamorada.-. ”Tonet. Qui no m'ha de tindre enveja? Si açò no es un amor ferm que vinga Déu i ho veja. Tu saler no aconseguixes veient la meua figura, que estic per la teua bellesa mes sec que una coca en panses. Et recordes un dia a poqueta nit que amb ton pare vènies de la Parreta: I en Marchalenes va caure una flor blanca d'entre les teues trenes? Jo vaig tindre la fortuna d'arreplegar-la, i en els teus manetes depositar-la, tu me vas mirar, i en la tal miradeta m'afusilaste Jo en el món no pensava en mes femella a qui tindre afecte que a la cistella.Quant mentider me vas deixar al veure tant de saler! Des de llavors la vida trobada mes bona; que un tresor l'afecte val d'una dona; A mon em faltava eixe teu, qui fa caure a gust la bava Quan dels dies de festa portes la roba, i al cantó res més sals així de buida…Viva el rebombori, mitj carrer portes darrere del teu garbo. Qui no veu en la teua careta la d'una imatge ; d'ulls mes negres que l'atzabeja: Quan com un vel els ombregen dos franges de vellut. A eixos ulls que l'afecte que em tenen diuen a eixos llavis de glòria que em somriuen. Dolços i rojos, he de dir a una cantadora que els cante uns gojos”.(sic) Que encantador resultaba antaño, aquel idilico entorno mitad capitalino, mitad huertano, del antiquisimo Marjalena, después conocido con los distorsionados Marchalenes,Marjalenes, Marxalenes, con aquella deliciosa y confianzuda toponimia: la centenaria y popular Parreta, los camínos de Paterna, Campanar, Benicalap, Montanyana, donde junto a la biblioteca Joanot Martorell, existen reminicencias de la Via Augusta,Trànsits, Lliria, Burjassot, Pla de la Saidia, camì Nou, Senda dels Bandejats, Senda el Ventrero, carrer Trinquet, molí l`Esperança, molí Plantes, molí Serra, molí Bonvehí o Villacampa, molí de la Torreta, l`Olleria, la Replaçeta, el pont de l` Anell, el pont Nou, el Bollidor, els Menadors, barri Farol, el Barranquet, Tendetes, el Calvari y las alquerias de Felix, Serimomos, Pedaç, Beato, Voro el de la Barraca,Farinòs, Navero, Barrinto,el Fraret, el Vallador,Geroni de lloca, el Ciri, Ca Lluna, Ca Bonica, la ermita de la Mare de Deu, el Retaule, y las caudalosas acequias Mestalla, Rascanya, Tormos, Petra, Algirós, Rambla, y Goleró de l`Esparança, etc. Estos son algunos de los recuerdos que nos rememoró un octogenario
Marjaler. BibliografiaLas Provincias.“El Deu, déneu…J.B.Viñals Cebriá.-“Marchalenes (…)” 2001