sábado, enero 24, 2009

Marchalenes: poblado, arrabal, o partida, nunca alqueria (XVII)

Marchalenes: poblado, arrabal, o partida, nunca alqueria (XVII)
Marchalenes: poblado, arrabal o partida, nunca alqueria, debido a que el topónimo germinó en la hondonada donde se conformaban las diferenciadas tierras marjales a la vera del río Turia, en el septentrión de extramuros de la ciudad de Valencia. (Misceláneas de su historia)

Juan B. Viñals Cebriá

L`OLLERIA
(Partida del raval de Marjalena) En el capítulo anterior hacíamos referencia al Barri Barrinto, que fue conocido anteriormente como “les Cases de Sarso”. Y escrbíamos que, poseemos testimonios orales, de cuando quedó configurado este diminuto núcleo rural, por lo que debemos de situarlo en el transcurso del siglo XIX. Hoy nos referirnos a L`Olleria, histórico caserío, musulmán situado a la vera de la acequia de Mestalla, braç de Petra, que tanto el lugar, como la acequia, aparecen ya mencionados en el celebrado Llibre del Repartiment. L`Olleria se conformaba a la inmediación de la mencionada acequia de Petra, cuyos dos históricos nombres se pierden en la oscura noche de los tiempos. Lindante entre Benicalapech/Benicalap y la Senda dels Bandejats, todo dentro del ámbito del antiquísimo Marjalena/Marchalenes. En la actualidad engullido por altas edificaciones, aun podemos encontrar sus restos olvidados junto al Parque de Marchalenes. En la década de los años sesenta, concretamente el día 9 de abril de 1964, de manera incomprensible el Ayuntamiento de Valencia cambio el rotuló de l`Olleria por el de calle Olba, privando al lugar de tan histórico y determinativo topónimo, por donde antaño discurría la ya mencionada y caudalosa acequia de Petra, quien junto a las de Algirós, Rambla Rascanya, Tormos, Mestalla y terres marjalenques de vora riu propiciaban las arcillas para los artesanales Ollers, nombre que se fundamentaba en el ancestral oficio de los artesanos pobladores de este lugar. Personas mayores, cuyos antepasados vivieron desde siempre en este apacible territorio, recordaban con añoranza que sus abuelos dijeron que sus antepasados elaboraban con artesanal destreza objetos construidos con arcillas provenientes de las referidas acequias y ramblas. Tan artesanal oficio ya existía desde antes de la llegada de las huestes del Rey Jaime I. Los musulmanes valencianos moradores de este territorio eran de profesión Ollers, denominación valenciana del castellano Olleros (alfareros). Se dice que los Ollers de Valencia tenían gran destreza en la elaboración de las diferentes vasijas de barro, y que tenían gran pericia para seleccionar las arcillas para según que objeto pretendían elaborar. Las arcillas pobres en hierro se empleaban para los receptáculos destinados con el contacto con el fuego, ya que estas arcillas resistían altísimas temperaturas como perols i cassoles y otros objetos para cocinas de uso domestico y, los revestimientos de los hornos de pan-cocer. Para la transformación de las grandes ollas, atifells (vasijas), ánforas, cantaros y jarros, se aprovechaban arcillas más elásticas que se moldeaban con suma facilidad y que después de horneados adquirían gran dureza y resistencia. Estos objetos de gran tamaño eran destinados en aquellos remotos tiempos, para almacenar o transportar agua, aceite, vino, salazones y otros adobes perecederos.
ULTIMOS TIEMPOS DE L`OLLERIAHasta que apareció la desaforada especulación, l`Olleria era por entonces un idílico paraje valenciano, por donde fluía caudalosa la mencionada acequia .Mi primer recuerdo de este lugar correspondería al año 1933, en que acompañaba en aquella ocasión a mi abuela María, que iba a visitar a unas amigas. El caserío que recuerdo y la caudalosa acequia eran envueltos por un frondoso vergel con altos y variadísimos árboles que proporcionaban una idílica umbría; sus edificios eran de una u otra manera lo que en Valencia se conoce como alquerías, de construcción bajo medieval , todas ellas se encontraban encaradas a la gran ciudad, uno de los motivos principales que llamaban poderosamente la atención, era la blancura de las fachadas, como queriendo perpetuar su ascendencia como si de un aldea moruna se tratara. Frente al agrupado caserío donde discurría la amplia y profunda acequia se había construido un banco con rajoles donde se disfrutaba de tan apacible sombra, favorecida por la frescura de la corriente del agua tan cristalina. Para acceder a la llamada alqueria de Benito (anteriormente Blay Martí), feudo que se encontraba enfrente y para cruzar el canal, se disponía de una palanca, la puerta principal se encontraba cara a poniente. El vecindario estaba compuesto por huertanos, creyentes en su mayoría, y sentían gran veneración por el dominico Sant Vicent Ferrer. El dominico valenciano que según el historiador Martínez Aloy.-“Tanto gustaba de apostolizar por estas huertas”. Hasta el día de hoy aun se pude contemplar algún retablo de taulellets manisers, que reproducen al santo dominico valenciano.
ETIMOLOGIA Y ORIGEN DEL TOPONIMO “Las grafías documentales recogen perfectamente la trayectoria fonética del topónimo. La voz geográfica encuentra apoyo interpretativo en el vocablo común Olleria, alfar, -alfarería procedente igual que oller, del latín. En efecto, el latín vulgar Olla (del latín clásico AULÚLA, olla) originaria también la forma derivada ollarius, de donde nuestro oller formó el valenciano el derivado de Olleria base de nuestro topónimo.Ya en el Repartiment encontramos lexicado como topónimo el vocablo oller, con la grafia Olarios, y también con la forma latinizada Ollarius”.
Bibliografía. Desamparados Cabanes Pecourt, Ramón Ferrer Navarro, Abelardo Herrero Alonso.-
“Documentos y Datos (…)” 1981.Juan B. Viñals Cebriá.-“Marchalenes (…)”. 2000. Y fotos.

No hay comentarios: