domingo, enero 18, 2009

Marchalenes: poblado, arrabal, o partida, nunca alqueria (XVI)

Marchalenes: poblado, arrabal, o partida, nunca alqueria (XVI)
Marchalenes: poblado, arrabal o partida, nunca alqueria, debido a que el topónimo germinó en la hondonada donde se conformaban las diferenciadas tierras marjales a la vera del río Turia, en el septentrión de extramuros de la ciudad de Valencia.
(Misceláneas de su historia)

Juan B. Viñals Cebriá

BARRIO BARRINTO (Cases de Sarso)
En el capítulo anterior habíamos hablado de las calles de la Bomba, de la calle Actor Mora (Casas de Real), y la desaparecida Senda del Ventrero, correspondiente a la calle Doctor Olóriz, avenida Constitución. En el presente capitulo queremos referirnos al Barrio Barrinto, anteriormente conocido como “les Cases de Sarso”. No poseemos documentos, pero sí testimonios orales, de cuando quedó configurado este diminuto núcleo rural, por lo que debemos de situarlo en el transcurso del siglo XIX. El amigo Félix Valls Pons, huertano y buen conocedor de la historia de este poblado mitad lacustre y mitad huertano, es quien me asegura, que según su padre, este caserío se llamó con los indicados nombres; nombres, que posiblemente fuese todo como consecuencia de los motes o apodos, que tenían los dueños del caserío, primero serían los de la familia Sarso, y después pasaría a la de Barrinto. Retomando la década de los años 40, del siglo pasado, el vecindario de Marchalenes, conocía tan diminuto lugar, con el ampuloso nombre de Barrio Barrinto, en realidad se trataba de un pequeño grupo de casas y corrales de ganados en medio de tan fértil huerta, en total habían diez casas, y en cinco de ellas disponían de un piso con vivienda. Todas estas edificaciones estaban encaradas frente a poniente, y el censo del vecindario en su mayor desarrollo la componían quince familias. Esta aldehuela, aunque distante, en el callejero de la ciudad de Valencia, figuraba integrada en la calle Montanyana.El desplazamiento desde el núcleo principal de Marchalenes, se realizaba por un camino de tierra, el cual empezaba entre la casa del Rosafench, el Molí Plantes, y la alqueria de Lluna, donde más al Este, se encontraba el Maset del Canari, lugares estos próximos a la vieja Estaçioneta de Marchalenes. El principio de la entrada del camino se encontraba franqueado en una parte, por una monumental Higuera, y en la otra, por un más que centenario Olivo. La primera edificación que te encontrabas era con la casa de Presentaçiò la Minyona, nacida el día 21 de noviembre de 1902, y fallecida más que centenaria. Principalmente el trasiego de carros, y vehículos se realizaba por un viejo camino de herradura, que tenía su entrada y salida por el camino de Tránsitos (actualmente Peset Aleixandre). Uno de los rasgos característicos de estas huertas era su dedicación al cultivo de verduras para el mercado de la gran ciudad, un dato curioso, pero nada extraño en estas antaño tierras marjalencas, es que años después de terminada la guerra civil (1936-1939), Voro el de Barraca, mantuvo la tradición y continuó cultivando arroz regado con agua de la acequia de Tormos, lo mismo que siglos antes lo hicieran vora riu los moradores de estas tierras marjalencas. Otro caso que nos viene a confirmar la bondad y fertilidad de estas huertas es que los Barrintos, en unas de sus propiedades, y más concretamente en las parcelas recayentes a la parte posterior de Casa Lluna, con éxito y con frecuencia cultivaron la chufa, de donde se elabora la deliciosa horchata (deliciosa bebida refrescante valenciana, preparada con agua, azúcar y chufas. Las chufas son unos pequeños tubérculos subterráneos con forma de nudos que proceden de las raíces de la juncia avellanada, que se llama así por la forma de su fruto parecido a la avellana). El trato entre las familias residentes en tan apacible y delicioso lugar, era por su cordialidad y confianza, como si de una sola familia se tratara. Otra particularidad muy común entre los lugares de la huerta, es que la mayoría tenían o se conocían por el apodo, mi amigo Jacinto Pérez, desgraciadamente desaparecido y originario de este barrio, me contaba hace más de ocho años los motes que en ese momento le vinieron a la memoria, -el tío Guitarra, el Moreno, el Cabrero, el tío Pisorro, la Guardabarrera, el Caragolero. -Alt, i se m'oblidava dir-te que jo sóc fill, de la Minyona-. En la actualidad no queda vestigio alguno de tan delicioso lugar huertano, recordar que este caserío se encontraba donde actualmente se halla la Piscina dentro del Parque de Marchalenes. Sirvan estas breves líneas como recuerdo de las personas que tan felizmente vivieron en el dicho lugar, y además de dejar constancia de la existencia del luminoso Barrio Barrinto, dentro del barrio de Marchalenes.
Bibliografía y fotografías.:
uan B. Viñals Cebriá.-“Marchalenes (…)”.2000.

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