Monasterio de La Zaidia: sepulcro para dos reinas
Marjalena/Marchalenes
Juan B. Viñals Cebriá
Biografía sintetizada de Jaime I de Aragón, el Conquistador (Montpellier, 2 de febrero de 1208 - Valencia, 27 de julio de 1276). Rey de Aragón, de Valencia, de Mallorca, Conde de Barcelona, señor de Montpellier y de otras posesiones. El mismo Don Jaime I el Conquistador, contaba la fabulosa historia de como el fue engendrado; hijo de Pedro el Católico y de María de Montpellier. La real pareja siempre se llevaron mal o peor que mal, y por lo tanto no consumaban el matrimonio, lo que repercutía en la ausencia del heredero a la corona. Además el rey Pedro, como dijera después Jaime I, su propio hijo era un mujeriego: ell era hom de fembres. Para solucionar el problema sucesorio, se cuenta que, nobles o falsos aduladores y algunos clérigos del reino, maquinaron una treta que consistía llevar de tapadillo hasta el lecho del rey a una nueva hembra (cosa que al parecer se efectuaba con frecuencia). La

Para resumir diremos que Jaime I, el hom de fembres, se casó tres veces o tuvo tres mujeres legítimas: doña Leonor de Castilla, doña Violante de Hungría y doña Teresa Gil de Vidaure. Con la primera contrajo matrimonio muy joven, casi en la pubertad, a los trece años, y tuvo con ella un hijo llamado Alfonso, que falleció en 1260, pero cansado muy pronto la repudió alegando parentesco; volvió a contraer matrimonio con doña Violante de Hungría, con la que tuvo a Don Pedro, que le sucedió en el reino de Aragón; a Don Jaime, que heredó el de Mallorca, los Estados de Rosellón y Montpeller; a don Fernando, que murió niño; a Don Sancho, que fue arzobispo de Toledo; a doña Violante, mujer de Alfonso el Sa


Por esta circunstancia Doña Teresa Gil de Vidaure, victima de este sufrimiento y por la terrible enfermedad contraída, quiso retirarse de la vida del mundo y abrazar la vida religiosa y con este objeto, le llevó a fundar en Marjalena/Marchalenes el Real Monasterio Cisterciense de la Zaidia, donde murió Doña Teresa, en su particular aposento llamado el Realet. El óbito sucedió el día 15 de julio de 1260, según nos hace saber D. Teodoro Llorente. Su cuerpo fue sepultado en el altar mayor, y obró prodigios, según lo testificaban los ex votos que colgaban de las paredes de la capilla. En 1665, con motivo de una maravillosa curación operada en una monja del convento, se abrió el sepulcro, y el cuerpo de doña Teresa fue hallado incorrupto; a fines del siglo XVIII, según lo testifica el padre J. Teixidor.
La importancia y respeto que merecía esta dama en nuestra Valencia viene dado que en el emblemático puente de Serranos, hasta finales del siglo XVII todavía contaba con cinco estatuas sobre sus barbacanas que representaban entre otras a Doña Teresa Gil de Vidaure, influyente personaje quien decidió recluirse en vida en el monasterio de la Zaidia, y donde después pidió ser enterrada en ese desaparecido Monasterio de la Zaidia.
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LA OTRA REINA
De regreso de Marruecos la reina Zaida, demandó que de inmediato le subieran a la torre donde se encontraban sus habitaciones de soltera, los días pasaban muy lentamente y la Sultana no mejoraba en su salud, como hechizada desde su encantado mirador con el fino halo de vida que le quedaba aun pudo contemplar al altivo Eucaliptos, pero la reina, no percibía ya su balsámica aroma. El enamorado esposo no se separaba de su amada, en ningún instante del día y de la noche, el historiador J.B. Perales (1882), nos descubre que la que fue primero gentil princesa valenciana y después preciosa reina musulmana.- “De sus labios moribundos se escapó aún una frase:
-¡Ramiro….te amo!
Y espiró.
Cuentan las leyendas que su esposo Yusuf el Rey de Marruecos, mando embalsamar su cuerpo y transformar el mirador en un sepulcro donde descansaron los restos de su amada sultana. Grabaron en su tumba una inscripción que encontraron los cristianos al conquistar la ciudad que decía que, Dios todo poderoso castigaría con su cólera al que osara profanar con su planta aquel recinto donde vivió, murió y descansaba Zaida.
BIBLIOGRAFIA
Juan B. Perales.-“Tradiciones (…)”.-Madrid 1882.
Juan B. Viñals Cebriá.-“Marchalenes (…) Valencia 2000.
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