MARCHALENES
Juan Bautista Viñals Cebriá
(Tradiciones desaparecidas)
Donde ahora en la ciudad de Valencia, se encuentran las calles Málaga, y su contigua Alquería de la Estrella; hasta bien entrada la década de los años sesenta del siglo XX, precisamente frente por donde discurría la caudalosa acequia de Mestalla, justamente en donde se formaban los brazos de Algirós y Rambla, cara a la gran ciudad, se hallaba la popularísima Ermita de Marchalenes, oratorio dedicado bajo la advocación de la Virgen de los Desamparados. La preciosa ermita y el espacioso huerto inmediato, eran propiedad del Gremit dels Corders (Sogueros). Llamados coloquialmente menadors hace más de dos siglos tenían su huerto de trabajo y su capilla en la calle En-Sendra, pero en el año 1908 decidieron trasladarse a las afueras de la ciudad y más concretamente al populoso Marchalenes, en donde en esta barriada adquirieron de don Vicente Palau, más de diez anegadas de tierra de huerta, con moreras y otras clases de árboles. Los lugareños desde aquel entonces siempre le hemos llamado corrientemente l `Hort dels Menaors, el mencionado recinto fabril se encontraba cercado por unos altos y gruesos muros, con una sola puerta principal de buenas proporciones. En su interior además de las trece sendes y sus correspondientes rodes (ruedas), el cercado tenía gran cantidad de higueras, plátanos y acacias, formando esos gruesos árboles unas líneas paralelas caminos (sendes) largas y relativamente estrechas.
El erudito valenciano don Luís B. Lluch Garín, en una visita que hizo cuando la Ermita entonces estaba ocupada por unos artesanos falleros, dejaba escrito lo siguiente.-
“De la ermita no queda más que el edificio. Toda su fábrica es de ladrillo, y sus hastíales de mampostería. Su estilo gótico adornado con fajones impostados, óculos, arcos apuntados y tímpanos, tiene como remate una airosa y elegante espadaña de dos hornacinas con cruz y veleta de hierro labrado. La planta es rectangular, y termina formando un ábside con tres nichos para imágenes. En sus paredes resaltan unas pilastras dóricas y un cornisamento que sirve de asiento a un techo plano, La entrada la ocupa un coro con barandilla de hierro”.
Durante la guerra civil (1936-1939), elementos extraños venidos de fuera de Marchalenes, destrozaron el interior de la ermita, y las imágenes fueron violentamente, sacadas del recinto sagrado y, depositadas junto a la orilla de la acequia de Mestalla, en donde fueron quemadas.
Personas mayores que vivieron por aquellos tiempos de esplendor de la Ermita de Marchalenes, y que gustaban rezar en tan pizpireta Ermita, nos comentaron, -que el altar mayor se encontraba presidido por una preciosa imagen de la virgen de los Desamparados (atribuida a Vergara). Fue coronada con gran esplendor y brillantez, una semana después que la de Valencia. En otro de los altares se encontraban la virgen del Rosario, patrona del arrabal de Marchalenes, San Juan Bautista, y el Cristo de la Sangre , primer patrono que fue del Gremio de Sogueros , que tenían como preciado lema .-
“Lo millor del mon el canem de Valencia”.
Sus fiestas conmemorativas anuales, de gran resonancia, adquirían gran relieve y gozaban de gran popularidad en toda Valencia festiva.
Terminada la contienda civil la Ermita fue utilizada como modesto taller de unos artesanos artistas falleros, hasta que en los finales años sesenta, por mor a la especulación fue derribada sin ninguna contemplación, hurtando así, otra de las reliquias de este poblado mitad lacustre mitad huertano.
Nota.- La coronación de la Virgen de los Desamparados se celebró con gran fastuosidad y se realizo una semana después de coronar a la Patrona de Valencia.
En la construcción de la ermita de la Mare de Deu, cooperaron el vecindario de Marchalenes, aportando materiales, trabajo, porteando arena desde río, y de otras muchas diferentes maneras.
Bibliografía
JB. Viñals Cebriá. “Marchalenes, Huerta y…
Donde ahora en la ciudad de Valencia, se encuentran las calles Málaga, y su contigua Alquería de la Estrella; hasta bien entrada la década de los años sesenta del siglo XX, precisamente frente por donde discurría la caudalosa acequia de Mestalla, justamente en donde se formaban los brazos de Algirós y Rambla, cara a la gran ciudad, se hallaba la popularísima Ermita de Marchalenes, oratorio dedicado bajo la advocación de la Virgen de los Desamparados. La preciosa ermita y el espacioso huerto inmediato, eran propiedad del Gremit dels Corders (Sogueros). Llamados coloquialmente menadors hace más de dos siglos tenían su huerto de trabajo y su capilla en la calle En-Sendra, pero en el año 1908 decidieron trasladarse a las afueras de la ciudad y más concretamente al populoso Marchalenes, en donde en esta barriada adquirieron de don Vicente Palau, más de diez anegadas de tierra de huerta, con moreras y otras clases de árboles. Los lugareños desde aquel entonces siempre le hemos llamado corrientemente l `Hort dels Menaors, el mencionado recinto fabril se encontraba cercado por unos altos y gruesos muros, con una sola puerta principal de buenas proporciones. En su interior además de las trece sendes y sus correspondientes rodes (ruedas), el cercado tenía gran cantidad de higueras, plátanos y acacias, formando esos gruesos árboles unas líneas paralelas caminos (sendes) largas y relativamente estrechas.
El erudito valenciano don Luís B. Lluch Garín, en una visita que hizo cuando la Ermita entonces estaba ocupada por unos artesanos falleros, dejaba escrito lo siguiente.-
“De la ermita no queda más que el edificio. Toda su fábrica es de ladrillo, y sus hastíales de mampostería. Su estilo gótico adornado con fajones impostados, óculos, arcos apuntados y tímpanos, tiene como remate una airosa y elegante espadaña de dos hornacinas con cruz y veleta de hierro labrado. La planta es rectangular, y termina formando un ábside con tres nichos para imágenes. En sus paredes resaltan unas pilastras dóricas y un cornisamento que sirve de asiento a un techo plano, La entrada la ocupa un coro con barandilla de hierro”.
Durante la guerra civil (1936-1939), elementos extraños venidos de fuera de Marchalenes, destrozaron el interior de la ermita, y las imágenes fueron violentamente, sacadas del recinto sagrado y, depositadas junto a la orilla de la acequia de Mestalla, en donde fueron quemadas.
Personas mayores que vivieron por aquellos tiempos de esplendor de la Ermita de Marchalenes, y que gustaban rezar en tan pizpireta Ermita, nos comentaron, -que el altar mayor se encontraba presidido por una preciosa imagen de la virgen de los Desamparados (atribuida a Vergara). Fue coronada con gran esplendor y brillantez, una semana después que la de Valencia. En otro de los altares se encontraban la virgen del Rosario, patrona del arrabal de Marchalenes, San Juan Bautista, y el Cristo de la Sangre , primer patrono que fue del Gremio de Sogueros , que tenían como preciado lema .-
“Lo millor del mon el canem de Valencia”.
Sus fiestas conmemorativas anuales, de gran resonancia, adquirían gran relieve y gozaban de gran popularidad en toda Valencia festiva.
Terminada la contienda civil la Ermita fue utilizada como modesto taller de unos artesanos artistas falleros, hasta que en los finales años sesenta, por mor a la especulación fue derribada sin ninguna contemplación, hurtando así, otra de las reliquias de este poblado mitad lacustre mitad huertano.
Nota.- La coronación de la Virgen de los Desamparados se celebró con gran fastuosidad y se realizo una semana después de coronar a la Patrona de Valencia.
En la construcción de la ermita de la Mare de Deu, cooperaron el vecindario de Marchalenes, aportando materiales, trabajo, porteando arena desde río, y de otras muchas diferentes maneras.
Bibliografía
JB. Viñals Cebriá. “Marchalenes, Huerta y…
2 comentarios:
No sabía que había existido y una lástima que fuera derribada aunque se encontrase en penoso estado, siempre se habría podido restaurar. Gracias por traernos esta información.
Perdón no era la acequia de mestalla ,es porque todavía pasa la de Rascanya.
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