sábado, febrero 14, 2009

Marchalenes: poblado, arrabal, o partida, nunca alqueria (XX)

Marchalenes: poblado, arrabal, o partida, nunca alqueria (XX)
Marchalenes: poblado, arrabal o partida, nunca alqueria, debido a que el topónimo germinó en la hondonada donde se conformaban las diferenciadas tierras marjales a la vera del río Turia, en el septentrión de extramuros de la ciudad de Valencia.
(Misceláneas de su historia)

Juan B. Viñals Cebriá

En el capítulo anterior hablábamos sobre el avecindamiento en el Reino de Valencia, y muy especialmente donde se conformaban las tierras marjales que antaño existían en la orilla del río, al norte de la Valencia de extramuros. En el presente capitulo nos referiremos al antiquísimo camí Montanyana, y a la Estación de Marchalenes.
CARRER MONTANYANA Y “L’ESTACIONETA”
Desconocemos el origen del nombre de esta calle aunque se nos dice por viejos moradores de estas huertas, que el nombre debió de pertenecer algún prócer del siglos pasados. Esta antiquísima calle o travesía los lugareños de la barriada ya decían que habían oído decir a personas mayores que el “carrer o camí de Montanyana era molt antic”. Esta calle ya la encontramos con esta grafía en el nomenclátor de Asensio Cañizares en 1876, donde se relacionan las calles de los barrios y arrabales de la ciudad de Valencia. Algún vecino mayor que vivía en las alquerías de esta calle, hacían la siguiente descripción de la misma: “Enjorn tenim el sol de la mar i per la vesprada el sol de ponent”. Y todo como consecuencia de que al principio de esta calle que se encontraba el ángulo que formaba la calle de Marchalenes, donde habían unas plantas bajas lo que permitía la entrada del sol después de mediodía y por la mañana recibían el sol tempranero todas las alquerías que se prolongaban en la huerta la calle Montanyana, que después de rebasar la “caseta” de la guarda barrera y las vías del “trenet”. El punto neurálgico por excelencia sin ninguna clase de dudas era la “estacioneta”, nombre por el cual se conocía coloquialmente la primera estación metropolitana de la ciudad de Valencia. La mencionada estación de de ferrocarriles eléctricos fue construida bajo la dirección del ingeniero don Alejandro Sever, que con algunas variantes resultó una réplica mejorada de la estación de ferrocarriles de vía ancha de “El Cabanyal”. La desaparecida red de ferrocarriles de vía estrecha de Valencia(Marchalenes) a Líria por Paterna es el camino de hierro más antiguo(1888) de los construidos en nuestra capital por la Sociedad Valenciana de Transportes, antecesora de la compañía de Tranvías y Ferrocarriles de Valencia, en la actualidad Ferrocarriles de la Comunidad Valenciana. El día tres de agosto de 1887, bajo la dirección del prestigioso ingeniero don Alejandro Sever dieron comienzo las obras de construcción del edificio de la estación de Marchalenes y la correspondiente red de carriles de los denominados de vía estrecha, que en principio llegaba hasta Paterna. Las obras quedaron concluidas el día seis de junio de 1888 y el acto de la inauguración oficial tuvo lugar cuatro días después, concretamente el día diez del referido mes. El día dieciocho de julio del mes siguiente llegaba felizmente el tren de vía estrecha hasta el pueblo de Bétera, quedando de esta manera unidos por este moderno medio de transporte amplias comarcas de la zona norte con la ciudad. El historiador Martínez Aloy, cuando se refiere a esta estación, que en el momento de su puesta en funcionamiento podía presumir de ser de la mayor importancia del área metropolitana de la ciudad y nos dejaba escrito esto tan descriptivo: “La estación de Valencia estaba entonces en el llano de la Zaidía y hoy constituye una intermedia con el título de Marchalenes que es el de aquella barriada: a este punto se dirige por consiguiente la máquina en cuanto sale de la estación central y luego atraviesa la hermosa vega de nuestra ciudad por medio de un desmonte de más de cuatrocientos metros cruzando la carretera de Burjasot para llegar a la estación del Empalme, frente a la dehesa del Patriarca”La puesta en funcionamiento de este moderno medio de transporte de aquella época, hizo agilizar al Ayuntamiento de la ciudad la ordenación del incipiente “Camí nou de Barcelona”, en la actualidad avenida de la Constitución y durante cuarenta años (1940-1980) se tituló avenida de Ramiro Ledesma. Por este nuevo vía es por donde después discurría el transporte procedente de la “estacioneta” hasta que años después fue proyectada y construida la estación del pont de fusta, que adquirió el transporte que antes se realizaba en la de Marchalenes. Con los viandantes ocurrió lo mismo que en la calle Montañana, que dejó de tener la importancia de antaño. Esta calle o camino en la actualidad queda restos de ella en la entrada del Parque de Marchalenes.Continuara..
Bibliografía. Juan B. Viñals Cebriá.-“Marchalenes (…)”.-2000.

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