MARCHALENES
RETAULE DE LA VERGE DEL ROSARI
ALTAR O RETABLO DE AZULEJERIA
Azulejería Barroca en Valencia
RETAULE DE LA VERGE DEL ROSARI
ALTAR O RETABLO DE AZULEJERIA
Azulejería Barroca en Valencia
Juan B. Viñals Cebriá
Artístico retaule (retablo), que según todos los soportes documentales que se disponen corresponde su obra, con anterioridad al año 1800, y estuvo dedicado a San Vicent Ferrer i a la Verge del Rosari, todo como consecuencia de la devoción que se les profesaba a la Virgen y al Santo Dominico Valenciano en este arrabal mitad lacustre, y mitad huertano de extramuros.
El retaule según testimonios estaba construido de bonitos azulejos, y quedaba protegido por tejas de alfarería de color rojo. En nuestro particular recuerdo lo inmortalizamos cimentado entre un balcón con sencilla balaustrada de hierro provista de torna puntas, y ventanas con unas interesantes verjas; su forma era rectangular, sus medidas aproximadas, tres metros a lo alto, además de la cornisa construida de madera, y friso de azulejos, y en sus proximidades existía una fuente loada entre otros, por el celebrado poeta valenciano Martí Gadea.
El caserón por su composición y su trazado en su tiempo fundacional debió de corresponder a familia de alto linaje, en sus últimos y lastimosos momentos estuvo rotulado
con el número 4 de la calle Marchalenes,
Durante la guerra civil (1936-1939), el retablo , fue cubierto por algún vecino con un cartel que figuraban consignas políticas afines al momento, y de sea manera permaneció disimulado durante toda la contienda, sin sufrir otro daño que el causado por el paso del tiempo.
Mª Eugenia Vizcaíno Martí (1998), nos hace la siguiente descripción de tan representativo panel.
“Gran retablo
con símbolos marianos
y gran anagrama
de Ave Maria.
Muy estropeado”
“El retablo está situado en la fachada (…); no está cuidado, le faltan varios azulejos en la parte baja y le han colocado unos blancos.
El retablo es grande, doce azulejos de altura por nueve de ancho, de 21x 21 cms., o se dos metros, cincuenta y dos centímetros por metro ochenta y nueve, y es una lastima que esté incompleto porque es precioso, con dibujo cuidado y el color matizado, fundido en tonalidades suaves.
El panel central, con la imagen de la Virgen es muy posterior y su colorido fuerte, completamente distinto al resto. Los símbolos están a los lados de la imagen, en vertical y en el centro bajo lleva una guirnalda casi circular que circunda el anagrama de Ave Maria, coronado y con la luna bajo.
Los símbolos y alegorías que representan plásticamente las alabanzas en Loor de Nuestra Señora, están sacados de grabados y libros sacros, que se repiten en muchas tablas de Macip
y sus seguidores y, claro está, se utilizan en los paneles cerámicos barrocos con la imagen de la Virgen Maria.
Cada símbolo ocupa cuatro azulejos.
En la parte alta la gran corona, también dorada, de ancho circulo con incrustaciones de pedrería, y florones con grandes rosetas y tréboles.
Y bajo en un gran arco azul claro que cierra todo el anagrama, la luna, que forma un bien dibujado rostro de perfil.
Toda la parte baja del mural está terminado con una base de tierra en ocre y verdes amarillentos, forma como tres escalones, que quedan detrás de la orla y en las esquinas se ven matas con tallos envolventes ocres y verdes azulados.
Vuelvo a repetir que es una verdadera lástima que obras así, con un estudio de símbolos marianos sobre azulejos, realizados con un encanto poca veces igualado, y en una variedad en su parte floral, sean objeto de toda clase de ataques, mal cuidados y nada protegidos”.
***
Anteriormente Martínez Aloy (1920) otro venerable historiador valenciano, al caminar por Marchalenes, en su concisa apostilla, se refiere al retablo, de la manera siguiente.-
“(…): un altar callejero-de los que ya quedan pocos -con azulejería del año 1801. La plancha principal que representa a la Virgen del Rosario es de 1880 y finalmente la iglesia de Nuestra Señora del Rosario, que es ayudantia de la parroquia de San Bartolomé de Valencia.
La historia de la iglesia es corta. En una alquería de la calle principal construyo su dueño una diminuta capilla dedicada a la Virgen del Rosario y a San Vicente Ferrer, que tuvo siempre abiertas sus puertas al piadoso vecindario, y allá por los años 1858, siendo propietario de la finca el segundo conde de Rotova, barón de Antella, cedió más terrenos para construir la actual iglesia de ladrillo, cuya estructura y decorado se adaptó, con buen acuerdo, al estilo neoclásico
“En muchas casas y alquerías de Marchalenes hay planchas de azulejería que reproducen la imagen de San Vicente Ferrer, y afirman personas graves que el santo dominico apostolizó
con frecuencia en la barriada.”
La mencionada iglesia construida en 1858,se derrumbó en el mes de diciembre de 1957, como consecuencia de los daños sufridos como resultado de la trágica riada del 14 de octubre, de ese mismo año.
Retirada de retablos en la ciudad de Valencia
Fueron retirados todos los retablos de Valencia, y en esta barriada fue retirado el panel central, que figuraban las imágenes de la Virgen del Rosario y San Vicente Ferrer, procedentes de la primera capilla huertana.
“En el verano de 1839, las autoridades de Valencia, ordenan ser retirados todos los –altarets i retaules, y el 4 de septiembre del mismo año comienzan a desmontarlos.
El Ayuntamiento de Valencia, en las sesiones de 5 y 16 de noviembre de 1840, ordena desestimar el clamor vecinal que piden la permanencia de ciertos retablos”.
Se autoriza nuevamente la instalación de retablos.
“En los presupuestos municipales de 1871—1872, se impone por primera vez la obligación de pedir licencia anticipadamente al Ayuntamiento, para celebrar, tanto las fiestas de –carrer- etc., señalándose la cantidad de 500 pesetas (…)”
( J. Bodria, 1906).
Treinta y dos años después, seria restituido un nuevo panel en el que
solo figuraba la Virgen del Rosario, patrona de esta barriada.
***
Tan extraordinaria era la devoción de este poblado por San Vicente Ferrer, y la Virgen del Rosario: que la primera capilla rural propiedad de los Marqueses de Rotova, estaban dedicadas al Santo dominico Valenciano y a la Virgen de aquella advocación. Pero cuando en 1858 se inaugura la primera iglesia, la nueva parroquia queda solo bajó la advocación de la Verge del Rosari.
Por estas vegas, mitad huertanas, mitad lacustres fue desde antaño muy grande la devoción que se sentía por el dominico, lo prueba que en el frontispicio de casas y alquerías se ha perpetuado la imagen del Santo valenciano. Como muestra en dos de las tres alquerías que se conservan (Lluna y l`Olleria), aun se pueden contemplar las artísticas -.rajoletes maniseres- que nos recuerdan la devoción que sentía esta popular barriada por el Santo.
Congregar d`impedits (1858). El Comulgar de Impedidos, es el único acto religioso que a un perdura con devoción por las calles de este antiquísimo poblado del Marchiliena del Repartiment (s. XIII), acto que tan íntimamente unido está a la festividad de San Vicente Ferrer, es la celebración que a un perpetúan els Marjalers, donde en procesión se recorren como antaño se hacia algunas calles de este viejo raval .El próximo abril de 2008 se cumplirán por lo tanto longevas efemérides. Cuentan que durante la guerra civil (1936-1939), en una de las muchas alquerías que a una quedaban en esta partida huertana, una familia de labradores escondieron a un cura por la cosa de la guerra civil y que por lo tanto no dejo de celebrarse el fervoroso -combregar d`impedits.
El recuerdo a San Vicente Ferrer.
En mi caminar por los rescoldos huertanos de Marchalenes, tuve un día la suerte de mantener una amable conversación con la Senyora Lola Asunción (alquería de Lluna),que seria el preludio de otros gratos y diálogos donde se encontraban presentes familiares y vecinos, sentados a la sombra de la arboleda, la señora, me hizo saber una tradición transmitida desde 1505 (quinientos años), de padres a hijos, referida a San Vicente Ferrer el dominico valenciano, y que venía a confirmar, lo escrito en la segunda década del siglo XX, por J. Martínez Aloy. Según la señora Lola, con el asentimiento de sus familiares presentes me hizo esta confidencia.- “Que San Vicente Ferrer, acostumbraba a venir por estas huertas y que se sentaba a rezar en esa piedra labrada en forma de asiento que aun se conservaba. Y que sus ascendientes vivieron en estas hueras desde hace quinientos años”. Pasaron unos minutos y la dueña de la casa, con gran ceremonial me invitó a que le acompañara, pasamos por entre los restos que quedaban de un huerto, y próximo al muro de la casa se conservaba una espesa arboleda y en ella como si el tiempo se hubiese detenido, pude ver la piedra labrada donde la señora Lola, me dijo.- “ Esta
es la piedra donde se sentaba a rezar y apostolizar San Vicente Ferrer”. Con permiso de la dueña, me apresuré a obtener dos fotografías de tan legendaria y estimable piedra. Cuando habían pasado unos cuantos días, y yo, disponía del revelado de las fotografías, pasé a visitarle y ofrecer a la señora Lola, algunas de aquellas fotos. En esta ocasión, iba pertrechado yo, con una mejor maquina fotográfica, pretendía tener constancia mejor de tan extraordinaria reliquia. Nuevamente les pedí permiso para sacar fotos, y cual seria mi sorpresa cuando me hicieron saber, que la piedra, que tan fervorosamente habían conservado durante tantos siglos, habia desaparecido de aquel idílico lugar.
La Font del Retaule del Rosari.-
En la vieja casona derribada en 1991,en el trascurso de su existencia tuvo varios propietarios, en 1885, correspondía su propiedad a
la Excma. Sra. Maria de la Encarnación Manyans donde precisamente se originaba el ángulo de la calle Marchalenes, y comenzaba por la derecha la -senda- coloquialmente llanada del -ventrero- (actualmente calle Reus),acequia a un lado, y al otro, el muro del huerto del celebrado Monasterio de la Zaidia; casi al pie del retablo, el Ayuntamiento de Valencia, colocó una artesanal fuente de hierro, que fue merecedora del aplauso y agradecimiento del vecindario. (Hay que recordar que hasta los años cuarenta del pasado siglo XX, algunas de las casas de la barriada carecían de agua potable). La artesanal y popularísima Font del Rosari) mereció la atención de J. Martí Gadea, cura nacido en Balones (Alicante), uno de los más jocosos y prolíficos poetas valencianos, quien le dedicó estos versos, que por aquellos tiempos fueron tan populares.-
“A este barri per ventura
De Valencia, li ha vengut.
Una font que li asegura
Comoditat i salud.
Chiquetes, que ahir agobios
pasaveu en Marchalenes,
¡ ja teniu ahon vore als novios!
¡la font vos ha tret de penes!
A la font del Rosari,
Joves i velles,
anirán les veines
de Marchalenes “(...) (sic)
Nota.- Tan celebradas y populares fueron las fiestas que se celebraban- en el poblado de Marchalenes, durante los últimos años del siglo XIX en honor de la -Verge del Rosari i San Vicent Ferrer,- que celebrándose en Valencia, un importantísimo acto cultural, donde se daba cuenta de las más importantes fiestas que se celebraban en la ciudad del Turia; el historiador José Bodria, en un momento de su disertación, dirigiéndose al auditorio dijo;
“De les festes que encara duren y tots coneixém, no me ocupe, com son les de fora dels carrers de San Vicent y Marchalenes à laVerge del Rosari” (sic)
El historiador y poeta, seguramente pensaría que no hacia falta emplear más tiempo redundando algo que toda la Valencia festiva conocía. El silencio de don José Bodria, nos deja huérfanos de saber de buena tinta, como eran aquellos tiempos las “conocidas fiestas”que se celebraban en este viejo poblado en honor de la Virgen del Rosario.
GRANDES FIESTAS
En la década de los años cuarenta, se organizaron extraordinarias fiestas en honor de Santiago Apóstol, nuevo Santo Patrón de la barriada.
“Fiestas de Marchalenes (…), para dar mayor brillantez a estas fiestas, los clavarios y feligreses se han encargado de restaurar el famoso retablo que se conserva en aquella popular barriada de Nuestra Señora del Rosario, el cual data del año 1800.
Después de la misa del Santo Patrono y precedido de bellas y entusiasta palabras pronunciadas por don Luís B. Lluch Garín, fue descubierto el referido retablo (…). Felicitamos a la junta de clavarios de Santiago Apóstol, y en particular a su clavario mayor don José Maria Alfonso, por su tesón y entusiasmo desarrollado, para llevar a buen fin obra tan deseada por todo aquel vecindario.”
Pasados los años, con la lectura de la noticia publicada en el periódico nos permite perpetuar la figura de don José Maria Alfonso Fabado, quien dispuso de
su peculio particular, junto con la colaboración de los clavarios de 1946, para que se pudiese llevar a cabo la restauración de tan tradicional retablo.
Las Provincias. 4-08-1946
El retaule, retablo, o paneles religiosos son reflejo de tradiciones y fiestas mayores celebradas al llegar la primavera o el verano .Con el tiempo, las devociones se amortiguaron y los azulejos con representaciones pías perdieron el cuidado de las clavarios. Al abandono siguió el robo de algunos de los artísticos azulejos sin que nadie protestara y, al final, cuando en 1991 la vieja casona fue victima de la piqueta, le acompañó el entonces muy deteriorado retablo.
El olvido que sufría el retaule, es fiel reflejo de la indiferencia que incurren las personas. Con el tiempo, los fervores se apaciguan y el retablo en la actualidad
solo existe en el recuerdo de unos pocos vecinos mayores de la barriada de Marchalenes.
PD. Ruego dirigido a doña. Rita Barberá Alcaldesa del Ayuntamiento de Valencia: que bonito seria el poder recuperar para esta a típica y popular barriada la tradicional Font de la Verge del Roser, y reproducir algunos de sus entrañables y sencillos versos del cura de Alicante y gran valenciano, Joaquín Martí Gadea.
Fin.
Bibliografía
Mª Eugenia Vizcaíno Martí. “Azulejería Barroca en Valencia” -.1998., p.256.
J. Martines Aloy.-“Geografia del Reino de Valencia”.-1920., p. 849.
José Bodria y Roig.-“Festes de Carrer”1906., p. XXVII.
Las Provincias,-4 -08-1946
Ensisam de totes herbes.-1881.(Se supone escrita por Joaquín Martí Gadea).
Artístico retaule (retablo), que según todos los soportes documentales que se disponen corresponde su obra, con anterioridad al año 1800, y estuvo dedicado a San Vicent Ferrer i a la Verge del Rosari, todo como consecuencia de la devoción que se les profesaba a la Virgen y al Santo Dominico Valenciano en este arrabal mitad lacustre, y mitad huertano de extramuros.
El retaule según testimonios estaba construido de bonitos azulejos, y quedaba protegido por tejas de alfarería de color rojo. En nuestro particular recuerdo lo inmortalizamos cimentado entre un balcón con sencilla balaustrada de hierro provista de torna puntas, y ventanas con unas interesantes verjas; su forma era rectangular, sus medidas aproximadas, tres metros a lo alto, además de la cornisa construida de madera, y friso de azulejos, y en sus proximidades existía una fuente loada entre otros, por el celebrado poeta valenciano Martí Gadea.
El caserón por su composición y su trazado en su tiempo fundacional debió de corresponder a familia de alto linaje, en sus últimos y lastimosos momentos estuvo rotulado
con el número 4 de la calle Marchalenes,
Durante la guerra civil (1936-1939), el retablo , fue cubierto por algún vecino con un cartel que figuraban consignas políticas afines al momento, y de sea manera permaneció disimulado durante toda la contienda, sin sufrir otro daño que el causado por el paso del tiempo.
Mª Eugenia Vizcaíno Martí (1998), nos hace la siguiente descripción de tan representativo panel.
“Gran retablo
con símbolos marianos
y gran anagrama
de Ave Maria.
Muy estropeado”
“El retablo está situado en la fachada (…); no está cuidado, le faltan varios azulejos en la parte baja y le han colocado unos blancos.
El retablo es grande, doce azulejos de altura por nueve de ancho, de 21x 21 cms., o se dos metros, cincuenta y dos centímetros por metro ochenta y nueve, y es una lastima que esté incompleto porque es precioso, con dibujo cuidado y el color matizado, fundido en tonalidades suaves.
El panel central, con la imagen de la Virgen es muy posterior y su colorido fuerte, completamente distinto al resto. Los símbolos están a los lados de la imagen, en vertical y en el centro bajo lleva una guirnalda casi circular que circunda el anagrama de Ave Maria, coronado y con la luna bajo.
Los símbolos y alegorías que representan plásticamente las alabanzas en Loor de Nuestra Señora, están sacados de grabados y libros sacros, que se repiten en muchas tablas de Macip
y sus seguidores y, claro está, se utilizan en los paneles cerámicos barrocos con la imagen de la Virgen Maria.
Cada símbolo ocupa cuatro azulejos.
En la parte alta la gran corona, también dorada, de ancho circulo con incrustaciones de pedrería, y florones con grandes rosetas y tréboles.
Y bajo en un gran arco azul claro que cierra todo el anagrama, la luna, que forma un bien dibujado rostro de perfil.
Toda la parte baja del mural está terminado con una base de tierra en ocre y verdes amarillentos, forma como tres escalones, que quedan detrás de la orla y en las esquinas se ven matas con tallos envolventes ocres y verdes azulados.
Vuelvo a repetir que es una verdadera lástima que obras así, con un estudio de símbolos marianos sobre azulejos, realizados con un encanto poca veces igualado, y en una variedad en su parte floral, sean objeto de toda clase de ataques, mal cuidados y nada protegidos”.
***
Anteriormente Martínez Aloy (1920) otro venerable historiador valenciano, al caminar por Marchalenes, en su concisa apostilla, se refiere al retablo, de la manera siguiente.-
“(…): un altar callejero-de los que ya quedan pocos -con azulejería del año 1801. La plancha principal que representa a la Virgen del Rosario es de 1880 y finalmente la iglesia de Nuestra Señora del Rosario, que es ayudantia de la parroquia de San Bartolomé de Valencia.
La historia de la iglesia es corta. En una alquería de la calle principal construyo su dueño una diminuta capilla dedicada a la Virgen del Rosario y a San Vicente Ferrer, que tuvo siempre abiertas sus puertas al piadoso vecindario, y allá por los años 1858, siendo propietario de la finca el segundo conde de Rotova, barón de Antella, cedió más terrenos para construir la actual iglesia de ladrillo, cuya estructura y decorado se adaptó, con buen acuerdo, al estilo neoclásico
“En muchas casas y alquerías de Marchalenes hay planchas de azulejería que reproducen la imagen de San Vicente Ferrer, y afirman personas graves que el santo dominico apostolizó
con frecuencia en la barriada.”
La mencionada iglesia construida en 1858,se derrumbó en el mes de diciembre de 1957, como consecuencia de los daños sufridos como resultado de la trágica riada del 14 de octubre, de ese mismo año.
Retirada de retablos en la ciudad de Valencia
Fueron retirados todos los retablos de Valencia, y en esta barriada fue retirado el panel central, que figuraban las imágenes de la Virgen del Rosario y San Vicente Ferrer, procedentes de la primera capilla huertana.
“En el verano de 1839, las autoridades de Valencia, ordenan ser retirados todos los –altarets i retaules, y el 4 de septiembre del mismo año comienzan a desmontarlos.
El Ayuntamiento de Valencia, en las sesiones de 5 y 16 de noviembre de 1840, ordena desestimar el clamor vecinal que piden la permanencia de ciertos retablos”.
Se autoriza nuevamente la instalación de retablos.
“En los presupuestos municipales de 1871—1872, se impone por primera vez la obligación de pedir licencia anticipadamente al Ayuntamiento, para celebrar, tanto las fiestas de –carrer- etc., señalándose la cantidad de 500 pesetas (…)”
( J. Bodria, 1906).
Treinta y dos años después, seria restituido un nuevo panel en el que
solo figuraba la Virgen del Rosario, patrona de esta barriada.
***
Tan extraordinaria era la devoción de este poblado por San Vicente Ferrer, y la Virgen del Rosario: que la primera capilla rural propiedad de los Marqueses de Rotova, estaban dedicadas al Santo dominico Valenciano y a la Virgen de aquella advocación. Pero cuando en 1858 se inaugura la primera iglesia, la nueva parroquia queda solo bajó la advocación de la Verge del Rosari.
Por estas vegas, mitad huertanas, mitad lacustres fue desde antaño muy grande la devoción que se sentía por el dominico, lo prueba que en el frontispicio de casas y alquerías se ha perpetuado la imagen del Santo valenciano. Como muestra en dos de las tres alquerías que se conservan (Lluna y l`Olleria), aun se pueden contemplar las artísticas -.rajoletes maniseres- que nos recuerdan la devoción que sentía esta popular barriada por el Santo.
Congregar d`impedits (1858). El Comulgar de Impedidos, es el único acto religioso que a un perdura con devoción por las calles de este antiquísimo poblado del Marchiliena del Repartiment (s. XIII), acto que tan íntimamente unido está a la festividad de San Vicente Ferrer, es la celebración que a un perpetúan els Marjalers, donde en procesión se recorren como antaño se hacia algunas calles de este viejo raval .El próximo abril de 2008 se cumplirán por lo tanto longevas efemérides. Cuentan que durante la guerra civil (1936-1939), en una de las muchas alquerías que a una quedaban en esta partida huertana, una familia de labradores escondieron a un cura por la cosa de la guerra civil y que por lo tanto no dejo de celebrarse el fervoroso -combregar d`impedits.
El recuerdo a San Vicente Ferrer.
En mi caminar por los rescoldos huertanos de Marchalenes, tuve un día la suerte de mantener una amable conversación con la Senyora Lola Asunción (alquería de Lluna),que seria el preludio de otros gratos y diálogos donde se encontraban presentes familiares y vecinos, sentados a la sombra de la arboleda, la señora, me hizo saber una tradición transmitida desde 1505 (quinientos años), de padres a hijos, referida a San Vicente Ferrer el dominico valenciano, y que venía a confirmar, lo escrito en la segunda década del siglo XX, por J. Martínez Aloy. Según la señora Lola, con el asentimiento de sus familiares presentes me hizo esta confidencia.- “Que San Vicente Ferrer, acostumbraba a venir por estas huertas y que se sentaba a rezar en esa piedra labrada en forma de asiento que aun se conservaba. Y que sus ascendientes vivieron en estas hueras desde hace quinientos años”. Pasaron unos minutos y la dueña de la casa, con gran ceremonial me invitó a que le acompañara, pasamos por entre los restos que quedaban de un huerto, y próximo al muro de la casa se conservaba una espesa arboleda y en ella como si el tiempo se hubiese detenido, pude ver la piedra labrada donde la señora Lola, me dijo.- “ Esta
es la piedra donde se sentaba a rezar y apostolizar San Vicente Ferrer”. Con permiso de la dueña, me apresuré a obtener dos fotografías de tan legendaria y estimable piedra. Cuando habían pasado unos cuantos días, y yo, disponía del revelado de las fotografías, pasé a visitarle y ofrecer a la señora Lola, algunas de aquellas fotos. En esta ocasión, iba pertrechado yo, con una mejor maquina fotográfica, pretendía tener constancia mejor de tan extraordinaria reliquia. Nuevamente les pedí permiso para sacar fotos, y cual seria mi sorpresa cuando me hicieron saber, que la piedra, que tan fervorosamente habían conservado durante tantos siglos, habia desaparecido de aquel idílico lugar.
La Font del Retaule del Rosari.-
En la vieja casona derribada en 1991,en el trascurso de su existencia tuvo varios propietarios, en 1885, correspondía su propiedad a
la Excma. Sra. Maria de la Encarnación Manyans donde precisamente se originaba el ángulo de la calle Marchalenes, y comenzaba por la derecha la -senda- coloquialmente llanada del -ventrero- (actualmente calle Reus),acequia a un lado, y al otro, el muro del huerto del celebrado Monasterio de la Zaidia; casi al pie del retablo, el Ayuntamiento de Valencia, colocó una artesanal fuente de hierro, que fue merecedora del aplauso y agradecimiento del vecindario. (Hay que recordar que hasta los años cuarenta del pasado siglo XX, algunas de las casas de la barriada carecían de agua potable). La artesanal y popularísima Font del Rosari) mereció la atención de J. Martí Gadea, cura nacido en Balones (Alicante), uno de los más jocosos y prolíficos poetas valencianos, quien le dedicó estos versos, que por aquellos tiempos fueron tan populares.-
“A este barri per ventura
De Valencia, li ha vengut.
Una font que li asegura
Comoditat i salud.
Chiquetes, que ahir agobios
pasaveu en Marchalenes,
¡ ja teniu ahon vore als novios!
¡la font vos ha tret de penes!
A la font del Rosari,
Joves i velles,
anirán les veines
de Marchalenes “(...) (sic)
Nota.- Tan celebradas y populares fueron las fiestas que se celebraban- en el poblado de Marchalenes, durante los últimos años del siglo XIX en honor de la -Verge del Rosari i San Vicent Ferrer,- que celebrándose en Valencia, un importantísimo acto cultural, donde se daba cuenta de las más importantes fiestas que se celebraban en la ciudad del Turia; el historiador José Bodria, en un momento de su disertación, dirigiéndose al auditorio dijo;
“De les festes que encara duren y tots coneixém, no me ocupe, com son les de fora dels carrers de San Vicent y Marchalenes à laVerge del Rosari” (sic)
El historiador y poeta, seguramente pensaría que no hacia falta emplear más tiempo redundando algo que toda la Valencia festiva conocía. El silencio de don José Bodria, nos deja huérfanos de saber de buena tinta, como eran aquellos tiempos las “conocidas fiestas”que se celebraban en este viejo poblado en honor de la Virgen del Rosario.
GRANDES FIESTAS
En la década de los años cuarenta, se organizaron extraordinarias fiestas en honor de Santiago Apóstol, nuevo Santo Patrón de la barriada.
“Fiestas de Marchalenes (…), para dar mayor brillantez a estas fiestas, los clavarios y feligreses se han encargado de restaurar el famoso retablo que se conserva en aquella popular barriada de Nuestra Señora del Rosario, el cual data del año 1800.
Después de la misa del Santo Patrono y precedido de bellas y entusiasta palabras pronunciadas por don Luís B. Lluch Garín, fue descubierto el referido retablo (…). Felicitamos a la junta de clavarios de Santiago Apóstol, y en particular a su clavario mayor don José Maria Alfonso, por su tesón y entusiasmo desarrollado, para llevar a buen fin obra tan deseada por todo aquel vecindario.”
Pasados los años, con la lectura de la noticia publicada en el periódico nos permite perpetuar la figura de don José Maria Alfonso Fabado, quien dispuso de
su peculio particular, junto con la colaboración de los clavarios de 1946, para que se pudiese llevar a cabo la restauración de tan tradicional retablo.
Las Provincias. 4-08-1946
El retaule, retablo, o paneles religiosos son reflejo de tradiciones y fiestas mayores celebradas al llegar la primavera o el verano .Con el tiempo, las devociones se amortiguaron y los azulejos con representaciones pías perdieron el cuidado de las clavarios. Al abandono siguió el robo de algunos de los artísticos azulejos sin que nadie protestara y, al final, cuando en 1991 la vieja casona fue victima de la piqueta, le acompañó el entonces muy deteriorado retablo.
El olvido que sufría el retaule, es fiel reflejo de la indiferencia que incurren las personas. Con el tiempo, los fervores se apaciguan y el retablo en la actualidad
solo existe en el recuerdo de unos pocos vecinos mayores de la barriada de Marchalenes.
PD. Ruego dirigido a doña. Rita Barberá Alcaldesa del Ayuntamiento de Valencia: que bonito seria el poder recuperar para esta a típica y popular barriada la tradicional Font de la Verge del Roser, y reproducir algunos de sus entrañables y sencillos versos del cura de Alicante y gran valenciano, Joaquín Martí Gadea.
Fin.
Bibliografía
Mª Eugenia Vizcaíno Martí. “Azulejería Barroca en Valencia” -.1998., p.256.
J. Martines Aloy.-“Geografia del Reino de Valencia”.-1920., p. 849.
José Bodria y Roig.-“Festes de Carrer”1906., p. XXVII.
Las Provincias,-4 -08-1946
Ensisam de totes herbes.-1881.(Se supone escrita por Joaquín Martí Gadea).